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Gonzalo Bareño | E. Clemente - redacción | madrid
León

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«El mejor homenaje que se puede hacer a las víctimas del terrorismo es acabar con ETA». De esta forma aludió el socialista Diego López Garrido a un colectivo que sabe que mayoritariamente se ha declarado en contra de la posibilidad de dialogar con ETA. Anteriormente, el portavoz popular, Eduardo Zaplana, había dicho que los damnificados por la banda se han expresado de una forma tan contundente que por «respeto» el Gobierno debería modificar su posición. En la tribuna de invitados se encontraban el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), José Alcaraz; la concejala socialista de Getxo (Vizcaya) y miembro de la plataforma Basta Ya, Gotzone Mora. Acabada la sesión, Alcaraz dio una rueda de prensa en la que se expresó en términos de máximo dureza. Para él, hablar con ETA es «humillar» a los vivos y los muertos y «rendirse al terrorismo». Por ello, pidió a la ciudadanía que salga a protestar a la calle en Ma-drid el próximo 11 de junio para significar el «no a la rendición y al chantaje». El Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco, Covite, calificó de «indignante» que Zapatero, pida al Congreso autorización para pactar con ETA «sin explicar lo que la banda terrorista exige a cambio, ni lo que el propio Gobierno está dispuesto a ceder». Por su parte la ACVOT, un grupo catalán escindido de la AVT, se manifestó a favor de que el Gobierno dialogue con ETA si la banda «deja de matar» y si esta medida contribuye a conseguir la paz y la convivencia. Y Maixabel Lasa, viuda del ex gobernador civil de Guipúzcoa Juan María Jáuregui, asesinado por ETA, y directora de Atención a las Víctimas del Gobierno vasco, hizo pública una carta abierta dirigida a Zapatero, al que apoya en su «apuesta decidida por avanzar en la búsqueda hacia la paz». La sesión sirvió para agrandar la ruptura entre el Gobierno y el PP en materia antiterrorista, y para comprobar que los populares han rebajado el tono respecto a la extrema dureza empleada por Rajoy en el debate de la nación. Zaplana estuvo duro pero sin descalificaciones. A los «muertos», ni los nombró. Desde los bancos populares se criticó que no fuera Rubalcaba quien defendiera la posición del PSOE. «No te atreves» y «cobarde», le gritaron cuando vieron a López Garrido.