La nieve, la lluvia y el granizo en el norte del país no alivian la sequía
La nieve caída en la Sierra de Madrid y las trombas de agua que afectaron al País Vasco y Cataluña poco contribuyeron a paliar la sequía que afecta a buena parte de la península. Las previsiones meteorológicas anuncian de nuevo tiempo seco y soleado en la mayor parte del país, una estabilidad que sólo podría volverse a complicar a partir del fin de semana en la mitad norte. Pasadas las 23.00 horas del lunes comenzó a nevar sobre los 1.600 metros en la sierra madrileña. Las bajas temperaturas, de menos cinco grados, propiciaron que los copos cuajaran rápidamente sobre el asfalto de todos los puertos, de manera que a partir de las 7:45 horas del martes Navacerrada y Navafría, los más altos de la región, estaban cerrados al tráfico de camiones, mientras que los turismos necesitaban las cadenas. La situación fue normalizándose durante la mañana y la tarde, de manera que las quitanieves y la sal dejaron limpias las carreteras. Decenas de personas aprovecharon para subir a ver los 10 centímetros de nieve caídos en unas fechas poco habituales. Los más viejos del lugar comentaron que hace 20 años no eran raras estas nevadas tardías e, incluso, recordaron las caídas en la sierra madrileña a finales de junio de 1997. Según los meteorólogos, los copos suelen verse en las cumbres del Sistema Central una media cinco días al mes durante mayo y junio. Crecida del Nervión Más al norte, las lluvias remitieron con forme avanzó la jornada. Las fuertes tormentas descargaron con fuerza durante la madrugada, en la cabecera del Nervión, en Vizcaya, provocando la crecida del río. Las aguas causaron inundaciones en garajes y calles Basauri, donde algunos vehículos quedaron atrapados. El Gobierno Vasco puso en alerta a los ayuntamientos de Arrigorriaga, Zaratomo, Miraballes y Llodio. Aunque las lluvias han cesado, los efectivos seguían con atención la pleamar, prevista para últimas horas de la tarde. Asimismo, las tormentas cayeron también con fuerza en la comarca tarraconense de Tierras del Ebro, con precipitaciones de hasta 70 litros por metro cuadrado.