La nueva normativa de medio ambiente obligará a cerrar más de 30 desguaces

«Las empresas que venían funcionando como un simple vertedero tendrán que modernizarse o desaparecer» JOSÉ LUIS BLANCO , jefe del servicio territorial de Medio Ambiente La adecuación a la normativa de la UE obligará a clausurar en la provincia de León casi una treintena de desguaces de vehículos de los 54 actualmente censados, según el Servicio de Medio Ambiente de la Junta, cuyo responsable, José Luis Blanco, asegura que sólo siete cumplen la legislación vigente, aunque se intenta salvar «a otros diez o doce». El resto tendrá que cerrar, arriesgarse a multas millonarias por denuncias del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil) o las dos cosas a la vez. Los desguaces de vehículos usados no generan un gran número de empleos ni su actividad económica resulta fundamental para la provincia, pero sí cumplen una labor medioambiental básica: cada año van a parar a ellos entre 4.500 y 5.000 vehículos de todas las dimensiones, cilindradas, diseños y procedencias, que hasta ahora acababan apilados en chatarrerías sin control de cualquier carretera. Las nuevas normas, que entraron en vigor hace un año con otro más para que los desguaces se adecúen a ellas, obligan, por ejemplo, a que el aparcamiento de coches antiguos esté impermeabilidado en su suelo con una capa de veinte centímetros de hormigón, el recinto disponga de cauces para aguas pluviales que las canalizen hacia balsas de decantación de materiales potencialmente tóxicos, un seguro de riesgos de contaminación del suelo, otra fianza de 60.000 euros a depositar en la Junta para complementarlo, etcétera. Muy caro para los pequeños Según Blanco, del medio centenar de desguaces censados en la provincia apenas una tercera parte sobrevivirá en el futuro y podrá hacer frente a los retos de la nueva normativa, de forma que el que funcionaba como un simple vertedero tendrá que cerrar. Tanto la Junta como la patronal leonesa Fele coinciden a la hora de señalar que muchas de estas instalaciones eran simplemente añadidos de pequeños talleres de reparación de automóviles, cuyos desechos se acumulaban en cualquier zona marginal de carreteras y pueblos, mientras que apenas una docena funcionaban como factorías de desguace propiamente dichas que cumplen una función positiva medioambiental en vez de lo contrario. La Junta no tiene previsto imponer sanciones hasta dentro de un año a quienes incumplan la nueva normativa, limitándose a dejar correr el tiempo y vigilar el desmantelamiento de los desguaces clandestinos o piratas, términos ambos que también se elude utilizar en los informes oficiales. El objetivo es limpiar los márgenes de carreteras y accesos a los pueblos de instalaciones que hasta ahora eran simples basureros.