El PNV pedirá a Atutxa que no renuncie «por dignidad política»

El Parlamento vasco certificó ayer su tercer fracaso consecutivo en el intento de designar presidente. Cada partido sigue encastillado en sus propia posición, lo que se traduce en un constante empate a 33 entre el nacionalista Juan María Atutxa y el socialista Miguel Buen. Con las tres de ayer, son ya nueve las votaciones infructuosas. Los parlamentarios volverán a reunirse el próximo lunes, a las 12 horas, para someterse a otros tres nuevos intentos, pero en todos ellos empieza a hacer mella el síndrome del «empate infinito». Las enquistadas posturas de los grupos provocaron que el Parlamento vasco ofreciese ayer la misma foto que el pasado martes, cuando a su vez se repitió la del lunes: 33 votos para Atutxa, procedentes de las filas del PNV, Eusko Alkasrtasuna (EA), Ezker Batua-Izquierda Unida (EB) y Aralar, y otros tantos para Buen, respaldado por socialistas y populares. Y sin olvidar los preceptivos 9 votos nulos del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV), que de nuevo escribió en sus papeletas las siglas EAJ-PNV para demostrar su deseo de aupar a la presidencia de la cámara a cualquier diputado de ese partido, siempre que no sea Atutxa. La situación adquiere tal gravedad que ayer salió al escenario el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, y no Joseba Eguibar, portavoz parlamentario, para insistir que la fuerza más votada el 17 de abril tiene «derecho a presentar a su candidato» y que este «es y será» Atutxa. Rechazo por tanto a la propuesta del PSE para que ambas formaciones partan de cero y acuerden un nuevo aspirante de consenso. Imaz desmintió los rumores, alentados incluso en las filas de su partido, de que Atutxa podría presentar su renuncia y aseguró que si se diese el caso él personalmente le pediría que no lo hiciese «por dignidad política». El dirigente nacionalista culpó al PSE de crear la situación de bloqueo que vive la cámara de Vitoria y de la que, a su juicio, se aprovecha el PCTV para «vetar» al ex consejero de Interior. «En política, todas las decisiones son legítimas, pero los vetos a personas no son los mejores mimbres para construir el futuro, y si seguimos por ahí, podemos convertir la política en un barrizal», apostilló. Desde el PCTV, que sujeta la llave del desempate, Nekane Erauskin desveló que su partido envió sendas cartas a PNV y PSE para abrir negociaciones que permitan llegar a un acuerdo que desbloquee la situación. Dos condiciones: la retirada de la candidatura de Atutxa y la presencia de un diputado comunista en la Mesa. El PNV se mostró dispuesto a mantener el contacto, pero advirtió de que el «veto» se traduce en que va a suponer que los nacionalistas no apoyan que el PCTV obtenga un asiento en la Mesa.