Un conflicto en la recta final

Los trabajadores afrontan hoy su tercer día de encierro, que previsiblemente mantendrán hasta el próximo lunes, cuando está convocada una huelga de carácter indefinido en demanda de la retirada del expediente de extinción de empleo. 1 El encierro Las primeras horas de este encierro han transcurrido con normalidad, el personal de seguridad de la entrada no ha impedido el acceso ni la salida a los trabajadores, que pasaron la noche en los cuartos reservados al comité de empresa y los vestuarios, entre otras instalaciones. 2 Advertencias De momento, según reconoció el propio comité, los trabajadores no han recibido presiones de la dirección para que limiten su presencia a alguna zona concreta; si bien la empresa ha advertido que actuará disciplinariamente contra aquellos empleados que permanezcan en el recinto de la fábrica fuera del horario de sus turnos de trabajo 3 Previsiones Los trabajadores tienen intención de permanecer encerrados hasta el próximo lunes, cuando comience la huelga indefinida. Hasta entonces los turnos de trabajo se seguirán cumpliendo como hasta ahora. 4 Servicios mínimos El día 30, cuando finaliza el plazo para obtener una solución negociada al expediente de extinción de 170 empleos, los trabajadores iniciarán una huelga que tampoco estará libre de problemas. En los encuentros mantenidos hasta ahora la dirección ha establecido unos servicios mínimos que los trabajadores consideran abusivos (70 trabajadores para los tres turnos); y que serán recurridos por el comité. 5 La huelga A partir de la próxima semana, si como parece previsible no se llega a ningún acercamiento entre el grupo italiano y los trabajadores leoneses sobre la amenaza de despido masivo, la plantilla de Antibióticos iniciará una huelga indefinida. Pese a las manifestaciones por parte de la administración autonómica, y también del Gobierno central, en el sentido de que se está negociando con posibles compradores que garanticen la viabilidad de la fábrica y el mantenimiento del empleo, los actuales propietarios han negado que estén dispuestos a vender y aseguran que la reducción de empleo es inevitable.