El obispo Uriarte defiende el diálogo con ETA aunque prosiga la violencia

La paz como un deber moral de todos, este es el compromiso que el obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, lanzó en su homilía de ayer realizada en la catedral del Buen Pastor con motivo de la celebración del Corpus Cristi. Para Uriarte es necesario que entre todos se «generen con tesón», o se «cuiden con esmero» si ya existen, las condiciones que lleven a iniciar «un verdadero proceso de paz». Durante su intervención, Uriarte señaló que «todos estamos obligados a deshacer los obstáculos existentes» y se mostró convencido de que «ningún interés partidista, agravio o demostración de violencia» debería «obstruir el camino a la paz». Un deseo que, según el obispo, «surge de las entrañas mismas de nuestra sociedad: anhelamos la paz» porque los vascos ya están hartos de ver «cómo se repiten durante años y años la triste secuencia de bombas, extorsiones, detenciones, juicios, descalificaciones y esperanzas frustradas». Por ello señaló que si bien «no me toca discernir si existen o no condiciones favorables para iniciar un auténtico proceso de paz», sí le corresponde «proclamar con toda energía que, si existen, es necesario cuidarlas con esmero, con discreción y con paciencia» y que, en caso de que no se den, «es preciso generarlas con tesón y con espíritu magnánimo». Para el obispo guipuzcoano «este pueblo ha sufrido demasiado» y por ello «el bien superior de la paz se merece que todos recortemos incluso nuestras legítimas aspiraciones». Apoyo nacionalista Para Uriarte, la Iglesia tampoco puede «sustraerse a este reclamo apremiante» y debe colaborar «abnegadamente con voluntad de servicio y sin ánimo alguno de protagonismo». Así, destacó «dos servicios: orar por la paz y sostener la esperanza del pueblo». El mensaje del obispo ha encontrado rápidamente el respaldo de las fuerzas políticas vascas que han respondido inmediatamente al compromiso solicitado. Iñigo Urkullu, del PNV, indicó que, al igual que manifestó Uriarte, su partido también considera que es necesario que, entre todos, «y con tesón como él dice», se empiecen a colocar las bases para dar inicio al proceso de paz. Aprovechó para pedir una tregua a ETA porque sería «algo absolutamente necesario» y afirmó que la organización terrorista no representa «a nadie y tiene que dejar de pretender marcar la agenda política de este país». En la misma línea se mostró, Unai Ziarreta, que dio un paso más al afirmar que las manifestaciones del prelado vienen a reforzar la percepción existente en «toda» la sociedad de que se está «en un periodo nuevo y en un estadio previo a un proceso de la paz». Para el dirigente del EA son unas manifestaciones «equilibradas» y realizadas con la «mesura» necesaria en el actual momento. Mikel Arana, consideró que la homilía del obispo «conecta» con el «clamor» que, a su entender, existe en la sociedad vasca con respecto a «la tan ansiada paz». En este sentido, el portavoz de EB reclamó tanto al Gobierno como aETA que «trabajen de manera discreta» y empiecen a «dar pasos sólidos y firmes hacia la paz».