La Fiscalía pide el procesamiento de Otegi y Salaberria por dirigirETA

El fiscal de la Audiencia Nacional Juan del Moral pidió ayer al magistrado Fernando Grande-Marlaska que procese al portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, y al ex parlamentario vasco huido Jon Salaberria, para que sean juzgados de un presunto delito de pertenencia a ETA en grado de dirigentes. Según informaron fuentes judiciales, en su escrito Del Moral hace suyos los planteamientos del magistrado Baltasar Garzón -primer instructor de la causa- de que el entramado HB/EH/Batasuna «forma parte de ETA» desde que en 1987 la banda terrorista decidiera «desdoblarse» en dos partes: una que «asumiría la codirección política del MLNV» (HB y sus diferentes herederas) y otra que tendría el papel de «vanguardia». Desde este punto de vista, ser dirigente de la coalición abertzale es sinónimo de ser dirigentes de la organización terrorista. Y Otegi y Salaberria son, según la Fiscalía de la Audiencia Nacional, dirigentes de Batasuna. La acusación se apoya en sendos informes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, que apuntan a que tanto el Arnaldo Otegi como Jon Salaberria siguen al mando de la coalición pese a que esta formación fue proscrita por su subordinación a ETA. La Unidad Central de Inteligencia de la Policía Nacional, en un primer informe remitido a la Audiencia Nacional el pasado 16 de mayo, repasa el historial de ambos dirigentes en el Movimiento de Liberación Nacional Vasco, subordinado a ETA. De Otegi asegura que, tras su paso en 1987 por la banda terrorista, desde 1994 está integrado en ese entramado político ilegal, primero como representante de Gestoras Pro-Amnistía y desde 1997 en diferentes cargos de la Mesa Nacional de Herri Batasuna y Batasuna. Relanzamiento de Batasuna El segundo dossier que ha servido de eje al escrito de la Fiscalía tiene fecha del pasado 17 de mayo. Con él, se destaca el papel de ambos ex parlamentarios en el relanzamiento de Batasuna tras su ilegalización poco antes de las elecciones del 2003. Los agentes, en el caso de Otegi, sostienen tener en su poder una decena de pruebas recopiladas en las sedes de Batasuna de San Sebastián, Bilbao y Pamplona que confirman que el ex parlamentario sigue siendo dirigente de la coalición proscrita y, por ende, de ETA. Los informes fueron utilizados por el fiscal para reclamar la prisión incondicional de Otegi, y recogidos por Grande-Marlaska para encarcelarle en tanto abonase una fianza de 400.000 euros, tras acusarle de «actuar de forma notoria, pública y reiterada como portavoz de una organización ilícita e ilegalizada, suspendida por sus subordinación orgánica y factual del entramado de la organización terrorista ETA». La declaración Cebe recordar que el que fuera portavoz de la ilegalizada Batasunaadmitió, en su declaración, la parte relativa a su actividad política, pero aseguró desconocer todo lo relativo a la financiación de Batasuna, dijo no tener noticia de la existencia de la Comisión Nacional de Herrikos y señaló que las «herriko tabernas» nunca han sido sedes de la formación política ilegalizada. Por otro lado, el fiscal también pedirá el procesamiento de Salaberria, en busca y captura desde el pasado miércoles después de que no compareciera a declarar ante el juez. Las fuentes consultadas consideran que Salaberria es una de las personas del entorno de ETA con las que los empresarios extorsionados se ponían en contacto para que transmitiera a la dirección de la banda su disposición a pagar y le vinculan directamente al caso de la empresa Azkoyen.