Horticultura en vez de cereal
Los agricultores leoneses piden un plan para desarrollar en la provincia terrenos hortícolas para elevar el margen de ganancias que hasta ahora aportan a su renta los cultivos tradicionales
a ser elevada
La propuesta se hace clamor. El agricultor leonés pide a gritos que se facilite la entrada -y salida- de cultivos rentables, de los que dejan un margen de ganancias apreciable en el balance de fin de año. Menos cereal y más horticultura, se atreven ya a pedir los agricultores leoneses después de cultivar durante décadas en las vegas y páramos de riego productos que no alcanzan ratios óptimos de beneficio. La segunda revolución del campo leonés va a incluir un cambio sustancial en la lista de cultivos preferenciales. Los productores, que conocen la experiencia de Aragón, de Extremadura, de Castilla La Mancha se apuntan a un programa similar. Los debates del Club de Prensa recogen muestras de esta inquietud. «¿Tiene la Junta prevista alguna actuación para aumentar el territorio de cultivos destinados a la horticultura, de amplio margen comercial y de ganancias para el agricultor? ¿tiene previsiones para que nos sumemos al vehículo ascensor del levante que no es suficiente ante la demanda de Europa?». Esta fue la cuestión que planteó uno de los asistentes a los debates, que resume un sentir general. La esencia, es que con regadíos modernos o no, el proceso económico que depende el campo leonés está a expensas de mejorar su rendimientos; primero para el agricultor. Y después en una cadena transformadora que tiene las bases asentadas sobre más de mil doscientas empresas, trece figuras de calidad, dos denominaciones de origen, cinco indicaciones geográficas protegidas, cinco marcas de garantía, tres promotoras y seis asociaciones de productores. «Más hortalizas y menos cereal», sugirió Lupicinio Rodrigo cuando trataba de aproximar a la audiencia del debate a los impulsos que ofrece la Diputación para que el tejido industrial que mama de la tierra mejore sus balances de forma progresiva. Más valor añadido, más transformación, más producción rentable. Hacia esa salida va la agricultura leonesa; a medio recorrido desde los inicios del año 80; a años luz, casi, de La Rioja, de Navarra, del emporio del Ebro.