Diario de León

Manjón: «Miras a sus ojos y descubres que no somos iguales, él ha perdido la condición humana»

Zougam niega su participación en el 11-M en el juicio a la célula de Al Qaeda

Está considerado como uno de los terroristas que colocó bombas en los trenes de Atocha

Jamal Zougam declarando ayer en la Audiencia Nacional

Jamal Zougam declarando ayer en la Audiencia Nacional

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Alfonso Torices - madrid
León

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Jamal Zougam, uno de los presuntos autores materiales de los atentados del 11-M, aprovechó ayer su presencia como testigo en el juicio contra la célula española de Al Qaeda para desvincularse ante el tribunal de la Audiencia Nacional de la matanza perpetrada de los trenes de cercanías madrileños. El fiscal Pedro Rubira le citó a declarar porque considera que este comerciante de Lavapiés está vinculado a Imad Eddin Barakat Yarkas, Abú Dahdah, y le pudo ayudar a la hora de contactar con otros terroristas en España y Maruecos. Zougam entró en la sala de vistas esposado y nervioso. El fiscal apenas había tenido tiempo de plantear la primera pregunta cuando se lanzó: «el 13 de marzo de 2004 la Policía vino a detenerme en mi tienda -el locutorio en el que tres días antes se activaron parte de los móviles utilizados en los atentados--sin saber yo nada de esto». «De repente, empecé a ver mi nombre en todas las televisiones del mundo sin saber yo nada de esto», insistió antes de que el presidente del tribunal le interrumpiese y le conminase a que contestase exclusivamente a Rubira. El marroquí declaró al juez Juan del Olmo, instructor del sumario del 11-M, que no tenía nada que ver con los atentados y que cuando ocurrieron él estaba en su casa, en la cama. Los investigadores, sin embargo, creen que es uno de los miembros del comando terrorista que colocó en los trenes de cercanías las mochilas-bomba que asesinaron a 191 personas; dos de los supervivientes le han identificado. Conoce a Abú Dahdah El testigo, en un interrogatorio que no duró ni un cuarto de hora, se presentó como un simple inmigrante que vive en España desde los 15 años . Admitió que conoce a Abú Dahdah desde 2000, pero aseguró que su relación era comercial, porque le compraba partidas de verduras. Negó cualquier relación personal con él, aseguró que nunca le intentó reclutar para acudir como mujahidín a Afganistán y dijo no recordar haber hablado por teléfono con Barakat Yarkas el 5 de septiembre de 2001. Rechazó tener interés por la guerra santa y afirmó rotundo que «la guerra mía es ayudar a mi padre, que está en Marruecos». Zougam permaneció en la sala, mientras al igual que Pilar Manjón, madre de uno de los asesinados el 11-M y presidenta de la asociación de víctimas, y otro familiares de los asesinados «sólo para mirar a los ojos a uno de los imputados» «Lo mismo de todas las mañanas, por qué y en nombre de quién decidieron matar y asesinar», se preguntó. Manjón explicó que «le miras a los ojos y descubres que no somos iguales. Ellos han perdido su condición humana», concluyó.

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