El instituto de L'Hospitalet justifica la agresión con navajas de menores

El jefe de estudios del instituto Margarida Xirgu de L'Hospitalet explicó ayer que los tres alumnos del centro que el martes fueron detenidos por agredir con navajas a otros tres adolescentes respondieron a una provocación continuada de un grupo de jóvenes «muy conflictivos». Joan Sales, jefe de estudios de este centro, señaló que los menores detenidos, dos hermanos de nacionalidad dominicana y uno ecuatoriana, que llevaban poco tiempo en el instituto, seis y dos meses respectivamente, tenían un comportamiento «ejemplar» en clase y «no habían protagonizado ningún conflicto» anteriormente. Les han buscado las cosquillas y ellos han reaccionado, creemos nosotros, de la única manera que en su cultura saben reaccionar, que es si la pelea va a más, sacar las navajas», justificó Sales. Sales también criticó que se haya dado una imagen del conflicto como de agresión racista o xenófoba, cuando en realidad «es un problema juvenil, de jóvenes gamberros». El incremento de la violencia juvenil en Cataluña ha provocado alarma social y política. A los cuatro días de la muerte de un joven de 22 años, Josep María Isanta, durante las fiestas de la Patum en Berga (Barcelona), un nuevo episodio de violencia callejera ha sacudido a la ciudadanía catalana y al conjunto de la clase política. Los hechos ocurrieron el martes, cuando tres estudiantes de enseñanza media menores de edad del instituto Margarita Xirgu de la localidad barcelonesa de l¿Hospitalet de Llobregat hirieron a navajazos a otros tres jóvenes. La pelea se inició durante una banal guerra de globos de agua entre los jóvenes, hacia la una de la tarde, y media hora después degeneró en un encontronazo muy violento. Los Mossos de Esquadra detuvieron a los tres presuntos agresores, dos de los cuales, que son de nacionalidad dominicana, fueron recluidos este miércoles en un centro de internamiento en régimen cerrado por orden del juez, quien les acusa de un delito de homicidio y de lesiones producidas con un instrumento peligroso mientras que el tercero ha quedado en libertad vigilada. El Gobierno de Maragall hizo un llamamiento a la calma, pero no oculta la gravedad de la situación. Tanto es así que Maragall y los consejeros de las áreas relacionadas con la seguridad pública han analizado los brotes de violencia.