El centro experimental de Villarejo amplía presupuesto y los campos de investigación
La planta experimental de bioproductos que la Junta está construyendo en Villarejo de Órbigo, a través del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, será casi dos millones de euros más cara de lo previsto -ocho millones de euros finalmente-, básicamente porque sus investigaciones no se centrarán sólo en el bioetanol, como se había planteado al principio, sino que se abrirá el campo de estudio a tecnologías más novedosas «para implantar otras industrias alternativas», indicó el alcalde de Villarejo, Luis Abello. Aunque no quiso adelantar más datos a este respecto, el regidor está satisfecho con la marcha de las obras y con el anuncio de la incorporación de nuevas investigaciones. No en vano, ya ha reservado una serie de parcelas anejas «por si existe un desarrollo complementario». Villarejo ya ha terminado los trámites para ceder 11.000 metros cuadrados. En parte de ellos ya se ha levantado una báscula y se han colocado unas oficinas. Ahora que se ha terminado la primera fase del proyecto, se procederá al traslado del transformador eléctrico. El Consejo de Gobierno de Castilla y León aprobó el proyecto recientemente y ahora sólo queda que la Consejería de Agricultura lo licite. Según el alcalde de Villarejo, es previsible que el inicio de las obras sea en septiembre y que terminen en el verano del año 2007. En principio, en la planta piloto trabajarán doce personas. La Junta, por otro lado, ya ha puesto en marcha los primeros cultivos de remolacha alcoholera y achicoria en las comarcas del Páramo y el Órbigo para nutrir las primeras investigaciones de este centro. Con éstas se llevarán a cabo, entre otras aportaciones, estudios de rentabilidad y posibles aplicaciones del bioetanol. Además, la planta investigará la capacidad de de extracción de oligofructosas de diversos cultivos para separar inulinas que se utilizan en alimentos como los bífidus. Igualmente se tiene previsto desasrrollar y diseñar sistemas de generación de energía eléctrica aprovechando la biomasa del maíz y la paja del cereal.