León iniciará en otoño los primeros cultivos destinados a producir energía

El campo leonés iniciará en otoño la primera experiencia de cultivos energéticos, los que se anuncian como alternativa real a la producción cerealista y posibilidad de supervivencia de la actividad agraria. La tercera jornada de debate sobre las perspectivas del mundo rural de la provincia, ante los cambios que se le avecinan, acabó convertida en una convención sobre las amplias posibilidades de la bioenergía, a pesar de que su ámbito es aún limitado. De esta cuestión está convencido Matías Llorente, ponente en la mesa redonda que cerró la serie de El futuro del campo en León -celebrada en el Club de Prensa con el patrocinio de Caja Duero-, presidente de la cooperativa Ucogal, que llegó a un acuerdo con Energía Hidroeléctrica de Navarra para dedicar una superficie de terreno inicial a cultivar colza, (medio millar de hectáreas) que luego se transformará en la planta de biodiésel que la empresa gestiona en la localidad navarra de Caparroso. Es el primer paso de la cooperativa leonesa hacia el sector energético, después de apadrinar el proyecto de una planta para la obtención de combustible a partir de aceites de oleaginosas. «De momento hemos llegado a un acuerdo con EHN para sembrar, recoger y enviar a esa fábrica; posteriormente, nuestro proyecto contempla que los que se siembre y se recoja se transforme en una planta leonesa», indicó Llorente en medio de un debate intenso sobre la conveniencia de que el campesino leonés se mentalice de que tiene una oportunidad única con la posibilidad de cultivar para producir energía cuando hasta ahora sólo se ocupaba de producir alimentos. Diferencia de matiz La diferencia del matiz corrió a cargo de Alfredo Erviti, director adjunto de la empresa EHN, pionera en España en energía alternativas, también en el biodiésel o en las biomasas. La intervención del ejecutivo navarro se dirigió a explicar dos procesos de forma somera: el primero, la elaboración del biocombustible a partir de aceites oleaginosas; el segundo, relativo al proceso de obtención y acceso a la materia prima. En esta fase entra en juego convencer a los agricultores -antes a los navarros, después a los de otros territorios- de la rentabilidad a largo o medio plazo del cultivo energético. El relato de Erviti se siguió con expectación entre la numerosa audiencia que acudió a la mesa redonda del Club de Prensa. «Hemos experimentado con cardo y otras plantas para producir energía; utilizamos parcelas para ese fin», desveló el directivo de EHN que reconoció la dificultad de afrontar un proyecto que su empresa considera rentable a largo plazo. Sustenta estas perspectivas la legislación en materia de energía alternativa, además de la normativa europea que ofrece previsiones de duplicar el consumo actual de biocombustibles en los próximos seis años. Luis Ciro, responsable del Instituto de Diversificación y Ahorro de Energía (Idae) enumeró las iniciativas legislativas que repercuten en beneficio de las nuevas alternativas al petróleo. La fiebre de las iniciativas para generar biocombustibles se traduce en ocho factorías industriales. León comenzará la casa por los cimientos. Primero producirá la materia prima; en dos años confía en sumar la novena industria.