| Análisis | Nueva perspectiva económica |
«¿A cuánto se paga el kilo de colza»?
La situación de mercado relaciona los precios de los cultivos con el valor de la cotización de los combustibles
El debate que se generó en torno a la mesa redonda dedicada en el Club de Prensa a nuevos cultivos desveló la inquietud que mueve el tema entre el sector productivo. De ahí surgieron preguntas directas, por la repercusión del precio de la colza o su rendimiento en regadío. Respuesta simple para clarificar un entramado comercial que ahora supera los acuerdos mercantiles convencionales. No se trata de un toma la colza y trae el dinero. «El producto que vendemos nosotros no depende de nuestros precios», responde el directivo de EHN al tratar de hacer comprender que su empresa tiene que apreciar el coste, por ejemplo, de la glicerina, para saber hasta dónde puede pagar la otras parte de la mezcla de la que obtendrá el combustible. A cómo sale el kilo de colza lo sabe un agricultor de Francia, país que le saca a España tres cuerpos en la carrera de los productos y cultivos energéticos, donde el campesinado participó en masa en la constitución de sociedades para crear plantas de biodiésel. «Allí se les recomendó indexar los precios de los cultivos oleaginosos a la cotización del petróleo; primero fueron reticentes; pero ahora se ha comprobado que los ingresos de los que decidieron aceptar esta fórmula son sensiblemente superiores», explicó Alfredo Erviti, punto de referencia anoche de la mayoría de las inquietudes del público que asistió al cierre de las jornadas en el Club de Prensa. Erviti también descubrió las posibilidades crematísticas de la colza cultivada en regadío, «que empieza a ser tan interesante como el maíz». El cálculo de producción (4.000 kilos por hectárea) eleva más la expectativa que anuncia el cultivo energético; la panacea, en el caso de que los 200 euros por tonelada fueran su precio de referencia. «No vamos a llegar a esto, Matías», aclaró el directivo de EHN al presidente de Ucogal, su nuevo socio comercial. El sector energético cumple un segundo cometido, a juicio de Erviti. «Ahora le ofrece al sector agrario lo que antes hacía el sector de intervención; acabará por ser la red de intervención». Del mismo modo libera tierra cargada por cultivo tradicional.