De la patente a la fábrica extranjera
El equipo de investigación e innovación de la planta leonesa se ha reducido en los últimos años de 200 licenciados y doctores a apenas una decena de especialistas
El camino de Antibióticos en León fue el de un proyecto ilusionante cuyo empuje le llevó a convertirse en sus primeros 25 años de vida en una empresa pionera en su sector, con un pujante departamento de investigación que se codeó con los principales líderes en la innovación de la segunda mitad del siglo XX. En los años ochenta la factoría leonesa vivió en primera persona la época de los «pelotazos» empresariales de la mano de Juan Abelló y Mario Conde, para pasar a manos de la multinacional italiana Montedison, que la integró en un grupo en el que compartió cuentas y proyectos con dos factorías ubicadas en el Norte de Italia, entonces en una complicada situación financiera y con muy escasas expectativas de futuro por falta de productos competitivos e innovadores. Se abrió entonces un camino de reflotamiento de estas factorías que evolucionó paralelo al inicio del ocaso del prestigioso (y nutrido) grupo de investigadores leoneses. Los procesos desarrollados en León comenzaron a trasladarse a las fábricas italianas, y más tarde a las dos joint-venture que el grupo desarrolló en China (uno de los grandes competidores de León en la fabricación de penicilinas y derivados). Del ocaso a la desaparición Un proceso que con los nuevos propietarios, Sir Fidia, no ha hecho sino entrar en una lamentable fase terminal, según técnicos y trabajadores de la fábrica leonesa. Actualmente el equipo de investigación, en el que llegaron a trabajar más de 200 licenciados y doctores en Farmacia, Química, Física, ingenierías, Medicina, Biológicas, etc., se limita a una decena de personas, apenas un 5% de aquel grupo de innovadores. A la par, los procesos que se desarrollan en León (con la correspondiente inversión en investigación y también en material para ponerlos en marcha) son trasladados luego para su explotación en el resto de las factorías del grupo. Una forma de actuación que, en opinión de quienes conocen los procesos, lleva a anotar los gastos en la factoría leonesa y los beneficios en otras fábricas del grupo. Los trabajadores que han vivido en primera persona este proceso han contemplado cómo la aventura italiana de aquel proyecto que impulsó el Gobierno español a mediados del pasado siglo para abastecer el mercado nacional de antibióticos ha arrancado de la factoría leonesa algunas de sus más rentables producciones. Así, por ejemplo, la empresa leonesa se dedica de nuevo al monocultivo de las penicilinas, a parte de llevar a cabo la fermentación del betacaroteno que luego prepara Vitatene (de momento, su única producción). Mientras, las cepas desarrolladas en León para la elaboración de las cefalosporinas se han llevado a las factorías italianas, ubicadas en Settimo Torese y Rodano; y las fábricas de China elaboran el ácido clavulánico, que se desarrolla con tecnología que fue creada en León. La advertencia del expediente La intención de la empresa italiana para el futuro del departamento de investigación y desarrollo de León, y los procedimientos que desarrolla ha quedado clara con el expediente de extinción de empleo presentado por Sir Fidia: el ya menguado departamento quedaría aún más reducido, y previsiblemente desaparecerían de León las plantas piloto de investigación y fermentación, a juzgar por el selectivo recorte de empleo propuesto. Lejos quedan aquellos principios recogidos en el libro que celebraba los primeros 25 años de Antibióticos en León: «Desde sus instantes fundacionales la empresa comprendió que su destino exigía una atención profunda y constante a las tareas de investigación». Desarrollos que traspasaron las fronteras españolas y se materializaron en patentes de productos y técnicas, en procesos que aprovechaban materia prima local,... Sólo un dato, ya para la historia: en 1974 Antibióticos invirtió 160 millones de las antiguas pesetas en proyectos de investigación, financiaba numerosas becas y prestigiosos premios de investigación.