El Ayuntamiento compromete su apoyo jurídico para los trabajadores
El deambular de los trabajadores de Antibióticos por las instituciones leonesas en busca de ayuda para solucionar sus puestos de trabajo dejó ayer una nueva estación en el Ayuntamiento, donde los concejales del equipo de gobierno comprometieron el apoyo del consistorio en la figura de un gabinete jurídico que preste el asesoramiento necesario al que no llegan las prestaciones sindicales, un auxilio que ya formuló la UPL en forma de moción para el debate del próximo Pleno. La embajada que arribó en la planta sexta del consistorio, formada por mujeres, incidió, «sin pretender caer en el sexismo», en su situación particular: 44 mujeres dentro de una nómina de 390 trabajadores y 20 afectadas por el expediente de regulación de 170 personas. Pero por encima de las cifras, las trabajadoras de Antibióticos transmitieron a los concejales populares su queja por las últimas declaraciones de Tomás Villanueva: «No entendemos cómo el consejero de Economía puede apoyar un plan de futuro de Sir Fidia después de todo lo que ha pasado. La reunió que mantuvo junto a Herrera con el comité de empresa le dejó bien claro que nosotros no apoyaremos ningún plan con los italianos», manifestó Adela Cuadrado, portavoz de las alrededor de 40 mujeres congregadas en coro para requerir una salida: «No necesitamos más apoyo; apoyo nos sobra. Lo que necesitamos es una solución». Transmisor a la Junta El encargado de acoger las reclamaciones de las trabajadoras, Francisco Saurina -que estuvo acompañado por sus compañeros Ana Guada y Jesús María Cantalapiedra- apuntó las críticas a Tomás Villanueva y prometió «trasladarlas a la Junta e incluso al seno del partido, como miembro de la ejecutiva» para que sean tenidas en cuenta a la hora de la toma de decisión. El portavoz del PP en el Ayuntamiento de León admitió que existe «una situación de desconcierto», en la que hay que «solicitar a Sir Fidia que sea tan leal con León como León lo ha sido con ellos, ya que nobleza obliga»; además de que apuntó que «lo mejor sería que vendiera y hubiera unos nuevos dueños con otra actitud». Saurina criticó también «la nueva estrategia adoptada por los directivos italianos, que no ayuda en absoluto a conseguir la paz social y castiga duramente el factor psicológico de los trabajadores de Antibióticos», donde reconoció que parece que «existe una discriminación de carácter sexista» por los números expuestos por las féminas congregadas en el consistorio.