Caja España inicia la próxima semana la celebración del decimoquinto aniversario de su creación

Los quince años de vida de Caja España han coincidido con un intenso cambio en el mundo financiero y en el escenario económico europeo, según el repaso de este periodo histórico que hacen Roberto Escudero y María José García con motivo del aniversario de la entidad. «Las cinco cajas de ámbito provincial que integraban la nueva entidad aportaban la experiencia y la tradición de un mundo económico que se desvanecía», explica el informe, que añade: «El sector financiero en su conjunto iba a tener que adaptarse a la liberalización de los mercados, el estrechamiento de los márgenes y la aparición de un nuevo tipo de cliente que demandaba productos nuevos y soluciones cada vez más rápidas y eficientes». En 1986 España ingresó en la CEE, y un año antes de formalizarse la fusión que dio lugar a la entidad con sede en León se integró en el Sistema Monetario Europeo, creado una década antes para garantizar la estabilidad de cambio entre las divisas comunitarias. En febrero de 1992 los doce países miembros firmaron el Tratado de Maastricht por el que se creaba la Unión Monetaria, justo antes de una recesión económica en cuyo periodo de desarrollo se creó el Mercado Único Europeo, en 1993, Un año más tarde Caja España absorbía el Banco de Fomento, «un paso estratégico que reforzará la implantación de la entidad financiera en algunos mercados, en especial el madrileño». En 1998 se anunció el cambio entre el euro y las distintas monedas; el 1 de enero de 1999 la política monetaria comenzó a regirse por las decisiones del Banco Central Europeo y en el 2002 se produce la sustitución material de la peseta por la moneda única europea. «No han sido años fáciles, pero sí un periodo muy fecundo de modernización y crecimiento», explican, en el que «todo el sistema financiero ha cambiado pero las cajas han sabido encontrar señas de identidad propias sin perder la lealtad hacia sus valores».