«Rescatamos de todo: corzos, cigüeñas, perros y hasta alguna colmena de abejas»

La Patrulla Verde municipal cuenta con el único fusil capaz de disparar dardos anestésicos de la ciudad, que a veces también se presta a la Guardia Civil cuando un conflicto con animales tiene que resolverse a tiros. Es lo más infrecuente, según el jefe del servicio, Juan Manuel García, «porque se usa como último recurso, aunque tengamos permiso oficial para hacerlo, pero podríamos herir a una persona, así que nos apañamos como podemos». El fusil, guardado cuidadosamente en las dependencias policiales sólo se utiliza para ocasiones de emergencia, tanto por eficacia como por riesgos y por precio: cada disparo, siempre que se acierte, sale a unas cinco mil de las viejas pesetas y los veterinarios no están de acuerdo con los médicos sobre si pueden ser letales para bichos y personas y simplemente un anestésico. Por si acaso la Patrulla Verde sigue utilizando métodos clásicos y casi manuales a la hora de recoger o retirar de la circulación a cualquier animal que pueda suponer un riesgo para la salud de los ciudadanos y, en ocasiones, para su propia seguridad: aparte del control de perros de raza peligrosa o agresiva -según los policías, «los demás que quedan abandonados son fáciles de lazar»- se dan todo tipo de situaciones, algunas complicadas, otras peligrosas y no pocas ante lo que no se sabe qué hacer. Por ejemplo, según elos portavoces de la Patrulla, se controla desde la caza de zorros a pocos kilómetros del casco urbano, en Oteruelo de la Valdoncina, hasta la recuperación de vacas que se escapan del matadero municipal y que deriviran y luego se mueven de forma violenta en muchos kilómetros a la redonda, llegando a los municipios de los alrededores, como San Andrés del Rabanedo, Santovenia o Valverde de la Virgen. «Entonces simplemente se abate a los animales a tiros, porque, como antes han olido la sangre, después de escaparse, no hoy forma de controlarlos y representan un peligro para todos». Este tipo de sucesos aparece cada poco en los periódicos, aunque la Policía Local ya casi no le da importancia. La Patrulla Verde también ha sido llamada con urgencia para recoger todo tipo de pájaros heridos, como buhos, mochuelos o cigueñas, a petición de vecinos que los habían encontrado dentro o fuera de la ciudad, y contabilizan también dos casos de colmenas de abejas que se habían enjambrado en cajas de persianas de pisos céntricos y que hubo que retirar previo aviso a especialistas. Ahora mismo con la proliferación de mascotas exóticas «todo es posible», según la policía medioambiental.