Diario de León

La reunión finalizó con el respaldo de los dirigentes de todas las formaciones salvo el PP PASCUAL MARAGALL LLUÍS CAROD-ROVIRA JOSEP PIQUÉ

Los partidos deciden que Cataluña sea «nación» en el nuevo estatuto «Hemos dado un paso adelante» «Hay mayorías singulares» «Cataluña es una región?de España»

Piqué afirma que no existe consenso sobre el texto definitivo, que estará listo el 30 de julio

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P. Soto - barcelona
León

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Los líderes de los partidos catalanes, con la excepción del PP, acordaron ayer que el futuro Estatuto de Autonomía recoja en su primer artículo que «Cataluña es una nación». El Partit dels Socialistas, Esquerra Republicana, Iniciativa per Catalunya y CiU llegaron a este acuerdo durante la reunión que celebraron en el Parlamento autonómico, en la que se comprometieron a finalizar los trabajos de la comisión encargada de la reforma antes del 30 de julio. El PP se pronunció a favor de mantener la actual definición de «nacionalidad» para Cataluña. El consejero de Relaciones Institucionales de la Generalitat, Joan Saura, en la rueda de prensa posterior a la reunión, que duró cuatro horas, explicó que habrá «una tercera» ronda al más alto nivel para cerrar el acuerdo sobre uno de los temas «más importantes» y más discutido, la financiación autonómica. La primera cita de los líderes políticos catalanes se celebró en noviembre pasado en la localidad tarraconense de Miravet, y la de este sábado tuvo lugar en el salón de Audiencias del Parlamento autonómico. Limar asperezas Saura puso especial relieve en que los representantes de los partidos, de nuevo salvo del PP, coincidieron en que la fecha límite es «el 30 de julio, tengamos el sí o el no en comisión, y por lo tanto que los trabajos de la comisión parlamentaria acabarán el 30 de julio». La idea es que el nuevo Estatuto esté listo el último día de julio, pero para alcanzar este objetivo es preciso limar unas diferencias que, según el presidente de CiU, son «muy grandes». Para solventar estos escollos habrá un nuevo encuentro a mediados de julio. Una vez que el texto salga de la comisión, deberá ser votado por el pleno del Parlamento catalán, paso previo a su remisión a las Cortes. El PSC sugirió la posibilidad que esa votación se produzca en septiembre, y en una fecha simbólica para los catalanes, el 11, día en que se conmemora la Diada. El asunto quedó sobre la mesa sin resolver. La reunión de este sábado fue presidida por el presidente de la Genralitat, Pasqual Maragall, y contó con la presencia del presidente de la cámara catalana, Ernest Benach, y de los líderes de los cinco partidos parlamentarios: Artur Mas, de CiU; Manuela de Madre, del PSC; Josep Lluís Carod-Rovira, de ERC; Josep Piqué, del PP, y Joan Saura de ICV. A pesar de la oposición de Piqué a definir a Cataluña como nación, las demás formaciones se pusieron de acuerdo con rapidez ya que el asunto había quedado desbrozado en los trabajos de la ponencia. 1397124194 Sin declaración Los líderes de los cinco partidos salieron, sin embargo, de la cumbre sin una declaración conjunta porque redactarla hubiera dado la imagen de «un falso consenso que no existe», dijo Piqué; y sin cerrar acuerdos sólidos sobre los nueve puntos de discrepancia que debían debatirse. Entre los escasos compromisos, estuvo el de incluir en el estatuto «los principios del sistema de financiación» y no una relación detallada de la propuesta, una exigencia del Gobierno central para aprobar el texto. El grado de detalle se fijará en la tercera cumbre de julio. Otro de los acuerdos fue «delegar» en la ponencia que incluya el concepto de «bilateralidad» en las relaciones con el Estado en el título preliminar del texto, una petición expresa de CiU para tener relaciones de «tú a tú» con España. La polémica sobre la ley electoral se cerró con la «reproducción» de los principios del régimen electoral que ya recoge el Estatuto, pero quedó abierto el tema de la mayoría necesaria para aprobar esta norma. Los socialistas defendieron que se haga por mayoría absoluta del Parlamento autonómico, pero el PP y CiU reclamaron un listón de dos tercios, y ERC e IC abogaron por tres quintos. Asuntos tan relevantes como las competencias exclusivas de la Generalitat de Cataluña también quedaron sin cerrar. La discusión ocasionó la formación de extrañas parejas, como que socialistas y populares defendieran al unísono que fueran «exclusivas» sin más matices, mientras que CiU, ERC e IU apostaron por el blindaje ante el Gobierno central y reclamaron que fueran competencias «excluyentes». Otro aspecto por concretar fue la composición de la delegación del Parlamento que defenderá la reforma estatutaria en las Cortes. Tras la reunión, las opiniones fueron para todos los gustos. El republicano Carod-Rovira no ocultó su satisfacción porque veía «la botella más medio llena que nunca», pero solicitó que el sistema de aprobar los puntos por consenso no se transforme en un «arma dilatoria» para prolongar la reforma. El reverso de la moneda fue el PP, cuyo representante pidió no crear la sensación de que el acuerdo «está cerca» ya que quedan por resolver «los temas más gordos». Piqué constató que las diferencias «se mantienen» y la reunión, aunque «fructífera», no resultó «decisiva». La socialista De Madre consideró, a su vez, que el avance logrado fue «significativo» y estimó que los desacuerdos que persisten son «superables». Ratificó, además, que el texto que se apruebe será aprobado por las Cortes como prometió en su momento José Luis Rodríguez Zapatero. Un aspecto en el que incidió Artur Mas, quien, en nombre de CiU, exigió que el presidente del Gobierno ratifique que hará honor a «su palabra». El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, aseguró ayer que en la cumbre de líderes celebrada ayer para tratar la reforma estatutaria «hemos dado un paso adelante seguro», ya que «he visto en todos los participantes ganas de Estatuto». «He visto en todos los participantes que hay ganas de Estatuto», resaltó Maragall, quien ha apuntado que «hoy hemos dado un paso adelante seguro y hemos consolidado posiciones de consenso». Para Maragall «se han cumplido los objetivos» previstos para esta cumbre ya que, entre otras cuestiones, «estamos de acuerdo en que hemos de defender por consenso en Madrid lo que aquí aprobemos». El presidente catalán ha recogido el guante lanzado por CiU de mantener su influencia en la tramitación del Estatuto en las Cortes. El presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, se mostró ayer «optimista» sobre las perspectivas de aprobación de un nuevo Estatuto pese a los desacuerdos que aún persisten, por lo que ve «la botella medio llena», y destacó la coincidencia de CiU, ERC e ICV sobre algunos aspectos. Carod valoró la cumbre de líderes celebrada en el Parlament y subrayó que, después del camino recorrido hasta ahora, «costaría mucho entender que no acabáramos culminando» la reforma estatutaria. Al igual que la presidenta del grupo parlamentario PSC-CpC, Manuela de Madre, vió factible hacer coincidir la aprobación en el Parlament del futuro Estatuto con la Diada Nacional en septiembre. Además, el líder de ERC subrayó que «en determinados temas ha habido unas mayorías singulares». El presidente del PPC, Josep Piqué, vetó ayer una declaración conjunta de los líderes catalanes por entender, entre otras razones, que es «casi imposible» aprobar el Estatuto en comisión en julio, y advirtió al resto de los partidos que el calendario marcado llevará a «frustrar expectativas». En rueda de prensa tras la segunda cumbre del Estatuto, Piqué también ha subrayado, respecto a la definición de Cataluña como nación, que es un asunto «razonablemente resuelto» en el actual Estatuto -que habla de nacionalidad -, y ha subrayado que «la mayoría de ciudadanos consideran que Cataluña es una región de España». También ha dicho que el debate sobre la definición de Cataluña es «una cuestión más nominalista que algo que esté relacionado con las preocupaciones de los ciudadanos». «La botella más medio llena que nunca. Costaría mucho entender que no acabáramos culminando» LLUÍS CAROD-ROVIRA Líder de ERC

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