318 propietarios de perros, multados por la Patrulla Verde en un solo año

Un total de 318 propietarios de perros fueron denunciados durante el último año por la Patrulla Verde municipal por incumplir las normas sobre animales de compañía, a veces las más elementales, como dejarlos sueltos con riesgo para las personas, pasearlos sin bozal en el caso de las razas clasificadas como peligrosas, ensuciar las calles con todo tipo de defecaciones o invadir jardines y calzadas provocando destrozos o poniendo en peligro el tráfico. En otros casos se trata de animales sin vacunas o controles sanitarios o que carecen del preceptivo collar y microchip que los idenfitique. Las sanciones a los dueños de perros son de escasa cuantía y raramente superan los treinta euros, pero su número es elevado en relación con el censo canino que hace años elaboró el Ayuntamiento: unos 3.500 ejemplares, cuyo número de microchip figura en los listados de la Patrulla Verde para el supuesto de que creen algún tipo de problemas o, simplemente, sean abandonados. Un porcentaje elevado de las multas vienen precedidas de quejas de ciudadanos que se sienten molestados por los animales, tanto en la vía o lugares públicos como en domicios particulares, aunque aproximadamente en una tercera parte de los casos es la propia Policía Municipal la que detecta las irregularidades a través de controles por propia iniciativa. De cualquier forma, las actuaciones tienden a endurecerse, aunque no sólo para mascotas. Según el intendente jefe de la Policía Municipal, Martín Muñoz, el año pasado también fueron denunciados los propietarios de otros 158 animales domésticos o de granja, fundamentalmente caballos y ganado vacuno, por falta de vigilancia en pastos próximos a la ciudad. «Contra lo que pueda parecer el municipio sigue teniendo mucho de rural y a menudo los animales invaden rondas y carreteras de acceso provocando accidentes de tráfico, algunos muy graves». Ruidos y basura La otra mitad del millar largo de denuncias sobre medio ambiente tramitadas el pasado año por la Patrulla Verde están relacionadas con el ruido, la contaminación y los vertederos clandestinos. Las primeras sumaron casi 200 y las segundas el doble. En contaminación acústica se han intensificado los controles tanto dentro de los llamados bares de copas como en la calle, añadiéndoseles de día otros tantos a coches y motocicletas cuyos motores han sido trucados para aumentar su potencia. Una denuncia de este tipo supone la retirada del permiso de circulación hasta que el vehículo pase la ITV con todos los comprobantes en regla. «LLegó a presentarsenos voluntariamente, incluso, una empresa de telepizzas para garantizar que todas las motos de reparto, de primera o segunda mano, estaban en regla y no iban a tener problemas de multas». En cuanto a vertederos clandestinos, se han detectado 199 casos de pequeña o mediana dimensión, otros 123 por malos olores y humos, fundamentalmente en los alrededores de bares y restaurantes con instalaciones deficientes, y uso abusivo o indebido de contenedores de basura. «Las quejas pueden parecer triviales», según Martín Muñoz, «pero no es lo mismo vivir al lado de un restaurante o de un supermercado a efectos de basura, si se incumplen las normas más básicas, porque entonces se generan no pocos problemas y enfrentamientos vecinales y es muy complejo atajarlos». «Muchos accidentes son provocados por animales que invaden una calle o una ronda» MARTÍN MUÑOZ , intendente jefe de la Policía Municipal