Encuentran a dos jóvenes asesinados a tiros en un piso de Castellón

Los cadáveres de dos jóvenes, un hombre y una mujer, ésta de unos 20 años y origen sudamericano, fueron hallados esta mañana en un apartamento adosado de un hotel de la localidad castellonense de Cálig. Las víctimas, que estaban atadas a dos sillas tenían dos disparos cada una en la cabeza. Los investigadores que se han hecho cargo del caso barajan las hipótesis de un ajuste de cuentas contra la chica, de nacionalidad cubana, mientras que el joven se encontró la muerte sin tener nada que ver en el asunto. Una hermana de la mujer asesinada fue la que descubrió los cadáveres cuando sobre las ocho de la mañana se presentó en el apartamento y abrió la vivienda situada en la calle Tortosa. El extraño suceso comenzó sobre la seis de la madrugada del domingo cuando las dos hermanas, que regresaban de pasar la noche en una zona de ocio de Benicarló, sufrieron un accidente en el coche en el que viajaban muy cerca de Cálig, localidad en la que vivían desde hace poco tiempo por lo que apenas eran conocidas en el pueblo. El vehículo se salió de la carretera sin mayores consecuencias. Poco después paró un coche ocupado por dos jóvenes de Vinaroz (Castellón) que se ofrecieron a prestarles ayuda. Uno de los jóvenes acompañó a la víctima hasta su vivienda para recoger algo, mientras que el otro se quedó con la hermana junto al coche accidentado. Como pasaba el tiempo sin ninguna noticia, la hermana de la víctima paró a otro coche y se fue al pueblo a donde llegó sobre las ocho de la mañana. Inmediatamente fue al apartamento del que estaba la puerta abierta y al entrar se encontró en el salón con la trágica escena de su hermana y del otro joven asesinados, atados a una silla y con dos balazos cada uno en la cabeza. Según los vecinos, la mujer, que era la que vivía en el apartamento, trabajaba en una inmobiliaria de la localidad vecina de Benicarló, donde se dedicaba a mostrar los pisos que se ponen a la venta a los clientes. El joven asesinado, de unos 23 años y que podría ser de la zona de Vinaroz, parece que no tenía que ver nada con el asunto en el que ha encontrado la muerte. Según el alcalde de la localidad Cálig, Manuel Anglés, «estaba en el lugar y en el momento que no era el indicado».