El arco de San Benito no está en su sitio
El conjunto monumental de San Benito se sitúa sobre el borde oeste del casco urbano de Sahagún. Quedan en pie tres partes del antiguo cenobio. Se trata de la capilla de San Mancio, restaurada hace años y que primitivamente se dedicó a San Benito. Se conservan también la torre del reloj, sobre un lado de la cabecera del monasterio y el arco de San Benito, hoy atravesado por la carretera. Se ha considerado este arco como portada meridional de la Iglesia, pero los últimos estudios realizados sobre el monumento cuestionan esta ubicación. «La sensación que produce es la de haber sido trasladada de su primitiva ubicación barroca al emplazamiento actual», asegura Mª Dolores Campos. Esta experta se basa en los «importantes fallos arquitectónicos y de estereotomía» como el mal engarce de los muros y la falta de correspondencia entre los arranques de las bóvedas y vanos, así como los diversos materiales que componen el alzado de la cara interna. Campos atribuye este traslado, desde la portería o desde la portada de la antigua iglesia, según las dos hipótesis que maneja, a las reformas realizadas en el siglo XIX en el convento por el padre Echano. El «carácter eminentemente civil que denota» el arco de San Benito fundamenta la hipótesis de que el arco barroco fuera la entrada principal del recinto monástico. «La segunda -que fuera la portada de la iglesia- se justitificaría como un buen ejemplo del sentido escenográfico que caracteriza a algunas fachadas religiosas del barroco hispano», precisa en la publicación sobre el Patrimonio artístico de San Benito de Sahagún que historiadora Mª Victoria Herráez. En el siglo XIX se intentó levantar un nuevo conjunto arquitectónico, pero la desamortización lo convirtió en pasto del saqueo y de las ruinas hoy enterradas en subsuelo.