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El sobrepeso que soportaba la embarcación, que se dirigía a España, causa de la tragedia

Seis niños y seis mujeres mueren al naufragar una patera atestada

Casi un centenar de subsaharianos viajaban en la zodiac hundida frente a las playas de Tánger Otros tu

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p.a. / r.n. | sevilla / tánger
León

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Ninguno de los seis bebés superaba los dos años y medio. Habían embarcado ayer en una atestada patera en brazos de sus madres en una playa cercana a Tánger. Era el punto y final de un largo viaje por media África hasta alcanzar las costas del mediterráneo, y de allí a España. Junto a los malogrados bebés fallecieron seis mujeres, alguna de ellas madre de los niños ahogados en la tragedia. Todos ellos eran subsaharianos. La tragedia se gestó a primera hora de la mañana de ayer, cuando al menos 105 inmigrantes -hombres, mujeres, niños y bebés- abordaron con las primeras luces del alba una zodiac de apenas siete metros de largo. El numeroso contingente había embarcado en una playa cercana al Cabo de Malabata, frente a las costas de Tarifa, una zona azotada, también ayer, por el fuerte viento y situada a una veintena de kilómetros al este de Tánger. El vasto grupo dirigiéndose a la playa no pasó desapercibido para las fuerzas de seguridad marroquíes, que, según las primeras investigaciones, hicieron la vista gorda. De hecho, al menos cuatro funcionarios de las Fuerzas Auxiliares alauís ya han sido detenidos por permitir el embarco masivo. Están acusados de haber cobrado 90.000 dirhams, unos 9.000 euros, por no bloquear el paso a los subsaharianos. Un viaje de pocos minutos Los inmigrantes, pagado el chantaje, embarcaron para un viaje que no duró más que minutos. La sobrecarga, el viento y el oleaje terminaron de inmediato con la travesía. La barca volcó a escasos metros de la playa, lo que a la postre salvó la vida a 91 de los pasajeros, la inmensa mayoría de los cuales no sabía nadar. Sin embargo, los más débiles no pudieron hacer nada: los bebés fueron los primeros en irse al fondo sin que sus madres o los inexpertos nadadores que les acompañaban pudieran hacer nada, más allá de intentar salvar sus propias vidas. Seis mujeres tampoco lograron mantenerse a flote a pesar de que tenían ante sus ojos la tierra firme que acaban de abandonar hacía sólo unos instantes. Cuando las asistencias marroquíes llegaron a la playa, los supervivientes habían ganado a nado la costa por sus propios medios y el mar había devuelto a tierra firme a la mayoría de los cuerpos de los fallecidos. A los médicos y sanitarios del país vecino sólo le restó atender a los heridos y llevar los cadáveres a una morgue cercana. La larga lista de inmigrantes que intentan acceder de forma ilegal a España no para de crecer. Según un informe de la Cruz Roja presentado en Granada hasta la fecha son 1.087 los «sin papeles» que han intentado llegar a España en Granada.