La gestión de la cuenca del Duero, prioridad en la reforma estatutaria

Finalmente, más del 50% del discurso que el presidente Juan Vicente Herrera ofreció en su tercer debate sobre el estado de la comunidad, -el segundo de esta legislatura-, se refirió precisamente a eso, al estado de la comunidad, de los compromisos de legislatura y de algunos nuevos anuncios. La reforma estatutaria, gran expectativa de este debate sobre política general, sólo acaparó algo más de una cuarta parte de la primera intervención del presidente, mientras que las referencias a las complicadas relaciones entre la Junta de Castilla y León y el Gobierno central protagonizaron únicamente nueve de las 36 páginas de las que contaba dicho discurso. Fue en el capítulo dedicado a la reforma estatutaria donde el presidente Herrera avanzó más novedades, como el hecho de que la gestión de la Cuenca del Duero constituyen la gran prioridad de la Junta en lo que a este proceso se refiere y que estas competencias, de carácter exclusivo, deberán contar con la suficiente dotación económica. Herrera llegó a afirmar que la Cuenca del Duero constituye un «auténtico hecho diferencial» de la comunidad. «La Cuenca del Duero es Castilla y León y Castilla y León es la Cuenca del Duero», argumentó. El máximo responsable autonómico, quien reiteró que la Junta va a ser ambiciosa en la reforma del Estatuto de Autonomía, anunció once líneas maestras para esa modificación, entre las que figura el reconocimiento expreso de Castilla y León como comunidad histórica y del castellano como lengua oficial de la comunidad. Asimismo, propuso el reconocimiento explícito de la propia Junta de Castilla y León «como administración de referencia» en la comunidad, y del papel que ésta debe jugar en el seno de la UE. En cuanto a la inclusión de referencias concretas a sectores o colectivos sociales importantes, como el de los inmigrantes o el de las personas con discapacidad, abogó por la elaboración de una Carta de Derechos Sociales de Castilla y León. Compensar por exportar energía Por otro lado, Herrera apostó por estudiar las «posibles compensaciones» que Castilla y León podría recibir por su importante papel como «productora y exportadora neta» de energía. Propuso crear una Comisión Bilateral entre el Estado y la propia Junta, «como foro permanente para encauzar las relaciones»; defendió la necesidad de asumir la gestión de los archivos y museos de titularidad estatal mientras que rechazó la posibilidad de crear una Agencia Tributaria propia, como en algún momento propuso el PSOE. Reconocer los usos y costumbres Sin embargo, la gran novedad de todas estas propuestas que expuso el presidente de la Junta a la Cámara fue sin duda la aportada por un informe del Consejo Consultivo de Castilla y León, en el que se propone que el Estatuto reconozca los usos y costumbres que en muchos pueblos y zonas de Castilla y León siguen regulando «muchas relaciones, negocios y derechos». «El Estatuto lo puede reconocer como patrimonio jurídico de Castilla y León (...) y reconocer a nuestro TSJ como supremo órgano interpretativo de los mismos», afirmó. Respecto al balance y los nuevos compromisos de su Gobierno, Herrera enumeró hasta 30 planes y programas recién aprobados o a punto de ponerse en marcha, así como varios proyectos de ley en diversos momento de elaboración. Como grandes novedades, anunció la aprobación de un Plan de Español para Extranjeros, con el que se pretende convertir a la comunidad en el «destino líder mundial» para el aprendizaje de esta lengua. Este Plan estará dotado con 22 millones y se presentará oficialmente a finales de julio en Nueva York. Otra de las novedades fue el anuncio por parte de Herrera de la inminente aprobación de un plan de formación agraria, algo que vinculó a la, en su opinión, creciente incorporación de jóvenes a actividades económicas relacionadas con el sector agrario.