Muy pocos dejan votar por correo a los ausentes

El voto por correo de los residentes en el extranjero solo es posible en menos de una veintena de paises en el mundo, algunos de los cuales aplican controles mas rigurosos que en Espana. Se dan casos en los que se limita el tiempo de residencia en el exterior de los ciudadanos, además de fijar formulas que evitan que las sacas con los sobres pululen durante semanas por las oficinas de correos como sucede en España, donde la correcta identificacion del elector queda en manos de los servicios postales del pais de residencia. En otra media docena mas de territorios, el sistema de voto por correo se combina con otras fórmulas. Naciones como Francia o el Reino Unido, por ejemplo, no admiten el modelo y únicamente consienten que los emigrantes emitan sus sufragios en sedes de embajadas y consulados, en el caso del pais galo. Los datos anteriores forman parte de un estudio pionero sobre el voto en el extranjero encargado por la Coordinación de Asuntos Internacionales del Instituto Federal Electoral de Méico. Fue obtenida informacion sobre 161 paises de los cuales solo 69 consienten el voto de las personas que se encuentran en el exterior. El informe fue rematado en el año 2002 pero sigue teniendo vigencia puesto que la legislacion electoral no ha sido modificada en la mayoria de los casos. El hecho de que el sistema de voto por correo no tenga plenas garantías de seguridad motiva que países como, por ejemplo, Noruega adopten medidas especiales. En este territorio, el sufragio tiene que ser emitido y depositado de manera personal en una sede diplomática, navío o plataforma en el mar. Los votos deben entregarse, a más tardar, el viernes previo a la jornada electoral y, para formar parte del cómputo, han de ser recibidos por la junta electoral el día siguiente a las elecciones. En Alemania, las papeletas de-ben estar en las mesas antes de las seis de la tarde del día de los comicios. Además, no pueden votar aquellos ciudadanos que lleven más de 25 años fuera del país. Algo similar ocurre en Canadá. Este estado establece que sólo podrán votar aquellos que tengan menos de cinco años consecutivos de residencia en el extranjero. Nueva Zelanda impide votar a los ciudadanos que hayan estado ausentes del país durante más de tres años. Austria establece, para que sus electores en el extranjero voten, una inscripción en un registro electoral que tiene una vigencia de diez años. La documentación sólo es entregada en presencia de un notario, un representante diplomático o dos testigos mayores de edad y de nacionalidad austríaca.