«Tenemos un acuífero de 80 litros por segundo y no deja de manar»

Boñar, uno de los municipios de la provincia que precisa mayor volumen de inversiones para atender a las necesidades de abastecimiento de agua de su población, es también un ejemplo de las paradojas que presenta la montaña. Según su alcaldesa, Virginia Basco, farmaceútica de profesión, el pueblo sigue teniendo las caldas o manantiales de agua termal que le dieron fama durante siglos y que alimentaron al último balneario hasta el año 1924. «Dicen que venía gente de toda España para tratarse como artritis o tuberculosis y la calda no deja de manar todavía hoy aunque el edificio esté en ruina. Da aproximadamente unos 80 litros por segundo y, por supuesto, es agua potable, aunque por su contenido en sales de carácter medicinal sólo se utilizaría en caso de emergencia». Según la alcaldesa, Boñar debería ser un paraíso aún en supuestos de sequía, pero a pesar de las fuertes nevadas del invierno, «los acuíferos están más secos y no es el frescor de otros años». No se prevén cortes en el suministro de agua, «salvo que se dispare el consumo muy por encima de lo normal por las altas temperaturas o un número inusual de veraneantes». Se reclaman, sin embargo, soluciones definitivas en la captación de agua para usos domésticos, al margen de los altibajos de temporada.