Los socios del nuevo Gobierno vasco retoman el plan Ibarretxe

El acuerdo de Gobierno firmado ayer en Vitoria por PNV, EA y EB apuesta por el derecho de autodeterminación e insta al Estado a respetar «las decisiones adoptadas libre y democráticamente» por los vascos. Además, emplaza a los partidos a establecer un diálogo y una negociación sin exclusiones para llegar a un acuerdo de normalización que recoja el derecho a decidir, la territorialidad, «el pacto bilateral con el Estado», y que contemple una consulta popular. El texto afirma que «todas las posibilidades están abiertas» y que el tripartito defiende «con la misma firmeza y convicción» que se puede llegar a un nuevo acuerdo y que respeta «las decisiones aprobadas por el Parlamento vasco», en referencia al Plan Ibarretxe. «Consideramos que la propuesta aprobada democráticamente por la mayoría absoluta de esta Cámara contiene, junto con otras, bases importantes para alcanzar un acuerdo de normalización política», apunta. El Ejecutivo pedirá al Parlamento vasco autorización «para que, en un escenario de ausencia de violencia y sin exclusiones, se realice una consulta popular a la sociedad vasca que ratifique el acuerdo político alcanzado». Los firmantes contemplan que la autorización de la Cámara deberá incorporar, «de forma pactada», los diferentes aspectos relacionados con la consulta, tales como la ratificación de las condiciones de ausencia de violencia y no exclusión, los principios establecidos para la aceptación de los resultados y el procedimiento habilitador para su negociación e incorporación en el ordenamiento jurídico. El tripartito exige la desaparición de ETA porque «resulta inaceptable que cualquier persona sea amenazada o perseguida porque sus opiniones o ideas políticas no coincidan con el pensamiento único y excluyente» de la banda armada. El texto apunta que «se hace necesaria y urgente una tregua de ETA que, acompañada de medidas de distensión por parte del Estado, lleve al cese definitivo de la violencia». En este sentido, los firmantes exigen al Gobierno central que revise la política penitenciaria con el fin de proceder al acercamiento de los presos. Asimismo muestran su «profunda oposición a todas aquellas medidas que suponen un recorte de libertades, en particular, el cierre de medios de comunicación o la expulsión de partidos políticos». Juan José Ibarretxe ignoró ayer las exigencias del Gobierno de Zapatero, PP y PSOE para excluir a Batasuna de una futura mesa de partidos y se ratificó en que la formación ilegalizada debe estar presente en ese foro de diálogo. «Todas las formaciones debemos tener presencia» para que cada una aporte sus «ideas y debatirlas», dijo. El lendakari consideró que no es el momento de «los vetos ni de las exclusiones». Lo sustantivo, manifestó, es que después del verano «abordemos de verdad» unas conversaciones que permitan alcanzar «la paz y la normalización política». Unos objetivos sobre los que se mostró optimista, «si hacemos las cosas bien». «Se hace necesaria y urgente una tregua de ETA que, acompañada de medidas de distensión por parte del Estado, lleve al cese definitivo de la violencia» Acuerdo del Gobierno vasco