Zapatero y Rajoy aparcan la crispación en su último debate del curso

José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy trataron de rebajar la tensión que les enfrenta desde las pasadas elecciones generales en el último debate del actual curso parlamentario. Tras meses de enfrentamientos a cara de perro por asuntos tan graves como la lucha antiterrorista, la reforma del Estado o el futuro de Europa, ayer mantuvieron invariables sus profundas discrepancias pero se permitieron algunas bromas. El relajo, sin embargo, no llegó a sus respectivos grupos parlamentarios, que echaron el cierre a las sesiones de control al Gobierno con la crispación que ha caracterizado este periodo de sesiones. Ayer, la excusa fue la presunta agresión al ministro de Defensa, José Bono, en una manifestación de las víctimas del terrorismo y la posterior detención de dos militantes del Partido Popular. El jefe de la oposición tenía preparada una pregunta sobre las mesas de diálogo propuestas por Batasuna, pero el pasado lunes prefirió sustituirla por otra más genérica sobre los primeros meses del Gobierno socialista, algo que ayudó a esquivar polémicas. Para distender más el ambiente, Rajoy tuvo un lapsus al interrogar a Rodríguez Zapatero por sus «quince años» al frente del gabinete. Quince años Error que el presidente aprovechó para asegurar que comprendía «que quince meses le parezcan quince años». El líder del PP devolvió el golpe al disculparse con ironía porque «lo veo tan desgastado que creí que eran quince años». Recriminó Rajoy al jefe del Ejecutivo que, después de haber hecho del talante y el diálogo el eje de su discurso, a su juicio ha tomado «un sinfín de decisiones unilaterales que han generado muchas tensiones». Denunció que haya abierto un proceso de reformas territoriales «que hoy no controla», que hable de naciones «como si tal cosa» y que haya rechazado pactar con el PP asuntos relativos a la unidad o la soberanía para dar paso a una inestabilidad institucional «muy preocupante». Acusaciones rechazadas por Zapatero, que defendió haber hablado con todos los partidos, incluido el PP, mucho más en un año que lo que hizo el anterior gobierno ocurrió durante la pasada legislatura.