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La línea de Despeñaperros

La diferencia del proceso y rentabilidad del cultivo remolachero entre el norte y el sur plantea criterios dispares a la hora de presentar una postura frente a la OCM

Campo remolachero en la provincia de León, donde la productividad ha crecido en los últimos años

Publicado por
L. Urdiales - león
León

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El Gobierno, que se dispone a escuchar a las partes afectadas por la OCM del azúcar, comienza a escuchar los primeros tonos desacompasados en el sector agrario. Principalmente, las discrepancias se reúnen en dos bando: los que abogan por acoplar la ayuda al producto y los defensores de que las subvenciones se desvinculen de la actividad. Nadie imagina, no obstante, que los políticos y técnicos que enviará España a la mesa de la remolacha sean capaces de exponer dos posturas contrapuestas en Bruselas. La opción salomónica tampoco acaba de convencer a quienes pretenden seguir cultivando -resistir contra cualquier pronóstico con el cultivo hasta que se supere la situación coyuntural de reforma del mercado- y los que ven más rentable aceptar la indemnización por dejar de sembrar que continuar con la actividad. Bruselas estima que la ayuda complementaria al nuevo precio de la remolacha -en juego dos mil de las antiguas pesetas- se asigne en un 40% a la producción y el resto desacoplado. Los plazos temporales de la negociación también corren en contra de los agricultores del sur, por la urgencia que les supone el ciclo estacional del cultivo que les obliga a preparar las tierras en esta época sin conocer qué va a ocurrir con la reforma planteada por Bruselas. Los más pesimistas anuncian ya que la remolacha en tierras sin regadío es historia. Otra esperanza para los cultivadores del norte de España, que este año experimentaron por primera vez con cupos a 36 euros; esa cantidad, que recibió las críticas de una parte mayoritaria del sector, superaba el anterior precio de referencia que preveía la anterior reforma (32,8 euros por tonelada). Segundo misterio sin resolver en torno al mercado remolachero: las 320.000 toneladas de remolacha que Ebro Agrícolas subió al norte en previsión de que el sur no fuera capaz de producirlas fueron reservadas en tiempo récord. Es más, la apetencia por parte de los agricultores fue tal que las peticiones de cuota remolachera a 36 euros superaron con creces a la demanda. Propuestas industriales Los expertos dan por hecho que el sector agrario del sur de España no podrá soportar de ninguna forma las exigencias de la OCM del azúcar. La industria, que ya percibió cierta inestabilidad con el informe que llegaron a redactar los anteriores responsables de comisión europea de Agricultura, apunta algunas soluciones. Sobre todo, mejorar la rentabilidad del producto. La empresa Ebro propone, por ejemplo, alargar el ciclo vegetativo en la zona norte asegurando que el coste complementario que supone el riego se puede mermar con las ventajas que ofrece el alargamiento del ciclo, impensables en otros países de la Unión; Según los datos ofrecidos por Azucarera Ebro, el coste de la producción de remolacha con la modalidad de riego de canal es de 25,52 euros para una parcela con un rendimiento de 77 toneladas por hectárea, mientras que con la modalidad de riego de sondeo este coste es de 25,6 euros para una parcela con un rendimiento de 82 toneladas por hectárea. La mayor empresa azucarera de España apuesta por la reducción del precio de las semillas flexibilizando los calibres y el mantenimiento de las listas y por la anticipación el reparto y las siembras en la zona norte en torno al 20 de enero. También recomienda una disminución general del uso de abonos nitrogenado y potásicos y la utilización de purines. La peor previsión de Ebro (la pérdida del 74% del cultivo) se va a hacer realidad si el precio final que elija Europa no supera los 36 euros. El resto, en España no vale.

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