Rajoy acude hoy a Galicia para analizar la pérdida de poder y abrir los contactos para la sucesión
Fraga admite por primera vez que podría dejar de ser líder del PP
Manuel Fraga admitió ayer por primera vez la posibilidad de no liderar por mucho más tiempo el PP de Galicia si bien insistió en su voluntad de servir «hasta el último aliento» a la comunidad de la que fue presidente los últimos dieciséis años. Horas después de que Fraga presidiera el consejo de Gobierno que se dedicó a analizar el resultado de las elecciones, el candidato socialista a la presidencia de la Xunta mantuvo su primera reunión formal con el portavoz del BNG, Anxo Quintana, para sentar las bases de su acuerdo de gobierno. El presidente en funciones de la Xunta había anunciado la noche electoral del 19 de junio que «como es natural» se dedicaría los próximos cuatro años a su nuevo papel de jefe de la oposición y a liderar el PP gallego. Ayer matizó sus palabras y se limitó a expresar su «disponibilidad» para liderar el primer partido de la oposición durante la próxima legislatura y servir a Galicia «mientras tenga aliento», aunque no descartó hacerlo en las más variadas tareas, desde «escribir artículos» hasta «pidiendo limosna para un fin benéfico». Tampoco descartó aceptar un cargo de representación institucional, una oferta hecha por el socialistas y nacionalistas y que el ex presidente de la Xunta calificó de «muestra de generosidad» que será estudiada cuando se produzca. Fraga no quiso hacer comentarios sobre su sucesión a la espera de que hoy se reúna el comité ejecutivo de su partido, encuentro al que asistirá el presidente de los populares, Mariano Rajoy, donde se empezará a estudiar el futuro del partido. El veterano dirigente sólo adelantó que el próximo líder popular en Galicia será elegido en un Congreso extraordinario, según acordaron las directivas nacional y autonómica del partido. El sector del presidente provincial del PP de Ourense, José Luis Baltar, pidió que el próximo comité ejecutivo sirva para hacer un ejercicio de «autocrítica» sobre el retroceso electoral que ha apartado a los populares del Gobierno gallego y replantearse el trabajo del partido ante la nueva etapa política que se abre con su paso a la oposición.