No habrá más investigación parlamentaria sobre la matanza de 192 personas y 1.500 heridos
El Congreso proclama que el Gobierno de Aznar no previno el 11-M y manipuló
El PP advierte, tras el cierre de la comisión: «Hoy no acaba la búsqueda de la verdad»
El Congreso echó la llave a la comisión del 11-M. No habrá más investigación parlamentaria sobre la matanza de los trenes que se llevó por delante la vida de 192 personas y dejó heridas a más de 1.500. Las pesquisas, sin embargo, quedaron lejos de ser coronadas por el éxito. El pleno de la cámara, con los 184 votos del PSOE, nacionalistas e IU, resolvió que el anterior Gobierno minusvaloró los riesgos de atentados islamistas y que manipuló la información para hacer creer, por mero cálculo electoral, que la autoría era de ETA. El PP no encontró compañía para defender la actuación del Ejecutivo de José María Aznar, que fue respaldada sólo por sus 145 diputados. La etapa abierta el 25 de mayo del año pasado llegó a su fin ayer. Han pasado 13 meses y cinco días de enfrentamiento sin tregua. La investigación desarrollada por la comisión parlamentaria ha dejado, sin embargo, insatisfechos a todos; si bien unos -socialistas, nacionalistas e IU- salieron más reconfortados que otros -los populares- que han visto derrotadas una por una todas sus tesis sobre la masacre. El disenso sobre el dictamen de los hechos no impidió que el consenso brotara ante una batería de 150 medidas para mejorar la atención a las víctimas, reforzar las medidas de prevención y seguridad, reformas legales sobre el manejo y control de explosivos. El choque entre bloques no fue, sin embargo, total; el PSOE se quedó a medio camino en un intento de tender puentes hacia el PP. Logró que la mayoría estuviera de acuerdo en que el anterior Gobierno minimizó las alertas sobre posibles atentados islamistas y que, después, tergiversó la información. Los socialistas no dieron, en cambio, el paso de exigir responsabilidades políticas a los anteriores gobernantes, un gesto que reclamaron sus aliados. Una actitud en la que, sin duda, tuvo mucho que ver el hecho de que el Gobierno de Rodríguez Zapatero no está exento de sufrir otro atentado de grupos islamistas. El portavoz socialista alternó las críticas al PP con los guiños amistosos. Álvaro Cuesta reprochó a los populares que de «tanto mentir no recuerdan la verdad» de lo que sucedió el 11-M y en los días anteriores y posteriores. Lamentó el «poco espacio» destinado por el partido opositor en sus informe a las víctimas, un olvido fruto de su «obsesión» por las elecciones generales del 14 de marzo de 2004. El dirigente socialista defendió la utilidad de la comisión, «la que más ha investigado en la historia de la democracia», porque «no se cierra en falso» ya que ha permitido el esclarecimiento de algunos hechos. El pacto sigue vigente Cuesta denunció que el anterior Gobierno «infravaloró las alarmas que sonaron» del riesgo de atentados de la red norteafricana de Al Qaeda, pero no hurgó en la herida porque lo sustantivo es «mirar al futuro» y poner en práctica las recomendaciones aprobadas por el pleno del Congreso. El PSOE también sorteó la trampa tendida por sus socios para romper su alianza con el PP en el pacto antiterrorista. El portavoz socialista garantizó que su partido «es y seguirá siendo leal» a ese acuerdo y no lo romperá para articular otro con el resto de fuerzas políticas contra todo tipo de terrorismo. El PP se enrocó en el planteamiento que ha defendido desde el mismo 11-M, a saber: el Ejecutivo de José María Aznar «no mintió ni manipuló ni engañó a los ciudadanos». Los restantes portavoces atacaron con más o menos virulencia al PP y a su gestión del 11-M. El portavoz de CiU, Jordi Jané, fue el más templado y recordó que «los únicos responsables» de los atentados fueron los terroristas y en absoluto el Gobierno de turno. No fueron tan moderados los representantes de Esquerra Republicana, Joan Puig, y PNV, Emilio Olabarria, quienes cargaron las tintas sobre «el desprecio» a las alertas previas y «las mentiras» sobre la autoría. El portavoz nacionalista vasco llegó a apuntar que «se sabía que iban a ocurrir» los atentados. El líder de IU, Gaspar Llamazares, tras una intervención descarnada contra el PP, subrayó que «la reacción democrática ante la mentira de Estado (del Gobierno de Aznar) ha sido lo más importante que ha ocurrido en los últimos años».