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Una agencia que ofrece mujeres eslavas para matrimonio recibe más de 250 llamadas mensuales de leoneses interesados

Rusia busca casaderos en León

El perfil del usuario engloba a abogados y agricultores «en busca de la española de hace 50 años»

Dos operadoras de la agencia que concierta citas entre leoneses y eslavas con fines matrimoniales

Publicado por
Marco Romero - león
León

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J. vive en Folgoso y tiene 40 años. Trabaja como minero, mide poco más de 1,75, es moreno y su apariencia es normal -ha tenido suerte de no encajar en la opción del cuestionario que define al hombre «poco agraciado»-. Es divorciado y tiene hijos. Desea conocer a una mujer eslava para iniciar una relación y lo que surja después. Quiere que sea muy atractiva y delgada y, claro, que no tenga cargas familiares. Como J., una agencia que opera en la provincia recibe mensualmente entre 250 y 300 llamadas de leoneses interesados en iniciar contactos con «preciosas mujeres rusas y ucranianas para amistad y matrimonio». De ellos, medio centenar están realmente interesados y sólo entre ocho y diez «dan el paso», afirma el gerente de Amor&Co, José Luis Fernández Sánchez. Todo empieza con un anuncio por palabras en la prensa provincial, donde se publica un número de teléfono con el prefijo de León (987). Sin embargo, la llamada es atendida desde la sede coruñesa de la agencia, aunque la tarifa es la misma que la de una conversación telefónica local. Si el hombre interesado acepta, debe abonar una primera cuota de 139 euros para entrar en este mercado durante los próximos tres meses. Rellenará un cuestionario explicando cómo es y lo que quiere. Más bien se trata de datos sobre el físico y la ubicación de la persona, pero no se entra en variables de la personalidad ni del carácter. «Unir a dos personas con 50 características diferentes sería una lotería, es decir, algo improbable», sostiene Fernández Sánchez. Anuncios en la prensa rusa El perfil del usuario se coteja cada cierto tiempo en la base de datos de la agencia y, cuando haya candidatas, se le informa para que él mismo se ponga en contacto con ellas, bien por teléfono o por correo electrónico u ordinario. ¿Y cómo entran ellas en estos listados? La agencia, muy regularmente, pone anuncios por palabras en la prensa rusa buscando mujeres para este fin. No tardan en obtener respuesta. Se da la circunstancia de que el censo más reciente de Rusia indicó que hay diez millones más de mujeres que de hombres. Los rusos tienen una expectativa de vida de sólo 56 años frente a los 75 de las mujeres. La economía está debilitada y la mujer, incluso la profesional, no tiene un espacio claro en el mercado laboral ni una oportunidad real de obtener ingresos. A ello se añade una de las mayores tasas de alcoholismo entre la población masculina y el hecho de que la delincuencia sea endémica. Todos estos factores favorecen la caza del príncipe azul, o del color que sea, a cambio de una vida mejor, de papeles o, por qué no, de amor. Se supone que eso es lo que buscan ellas. Lo que quieren ellos lo explica el gerente de Amor&Co: «Nuestros clientes buscan de alguna manera la española de hace 50 años. No quieren una mujer totalmente independiente, buscan feminidad, dulzura y alguien que le guste la familia, porque detrás de cada historia suele haber un fracaso». Éxito desconocido Ni que decir tiene que esta forma de buscar pareja en los países eslavos es exclusiva para hombres. León y Navarra son las provincias que más están utilizando actualmente este servicio. El perfil del demandante es un hombre de mediana edad, casi siempre abogados y agricultores, con un interés real en sacar adelante la relación. No existe una estadística que mida el nivel de acierto de estos encuentros, pero «siempre que la base cultural de ambos sea parecida, el éxito está garantizado», afirma el gerente de la agencia. Una vez que la relación se pone en manos exclusivamente de los clientes, estos nunca vuelven a ponerse en contacto con los promotores «porque les parece una forma poco romántica de conocerse». «Prefieren olvidar ese capítulo de su pasado», indica Fernández Sánchez. Él, cinco opciones; ella, el azar J., el minero de Folgoso, tiene actualmente cinco mujeres eslavas que cuadran con lo que busca. Una de ellas es ucraniana. Nació en 18 de julio de 1971 (34 años), es profesora, mide 1,60, es rubia y su apariencia es atractiva. No impone ningún tipo de exigencia y, quizá, probablemente, posiblemente, el hecho de no tener hijos le dé la oportunidad que tanto busca. Porque claro, ella no es la que elige. «La nulidad está presente en el Código Civil y en nuestras manos está el verificar la realidad del consentimiento» JUAN CARLOS SUÁREZ QUIÑONES, decano de los jueces leoneses