Piqué se disculpa pero reitera que el PP debe abrir una nueva etapa

«Es evidente que me equivoqué y, por lo tanto, pido disculpas». De esta forma Josep Piqué reconocía con humildad que podía haber perjudicado a su partido y presentaba sus excusas a Ángel Acebes y Eduardo Zaplana, a los que el día anterior había identificado con «el pasado». El presidente del PP catalán admitió su error en las formas pero mantuvo el fondo de su tesis al insistir en que su partido necesita entrar en una «nueva fase en nuestra forma de hacer oposición» y ampliar el «abanico» de voces que lancen los mensajes a la sociedad. «Nadie me puede convencer de lo contrario», dijo con fir-meza. El objetivo, dijo, es que se visualice «algo así como un gobierno en la sombra» y que el PP tiene un banquillo de personas «capacitadas para asumir responsabilidades». Desautorizado El ex ministro de Exteriores puso su cargo a disposición de Mariano Rajoy, que le había desautorizado tajante e inmediatmente en un duro comunicado emitido desde Singapur. «Si alguien cree que mi presencia no es necesaria o puede ser contraproducente o contradictoria a los objetivos del partido, yo no me mantengo en mis responsabilidades ni un segundo más, y eso lo sabe el presidente», dijo para dejar claro que está dispuesto a dimitir si así se lo piden. En cualquier caso, reconoció que se vio «desbordado» por la trascendencia de su interven-ción en Catalunya Radio. Piqué, que utilizó los micrófonos de la cadena de los obispos para entonar su mea culpa, no escatimó los elogios a Acebes, un «extraordinario» secretario general, y a Zaplana, un «brillante» portavoz parlamentario, a quienes expresó su aprecio «personal» y «político» y consideró «absolutamente necesarios». Pero añadió que «ahora tenemos que ampliar los mensajes, la presentación de alternativas por parte del partido, centrar muy bien cuál debe ser nuestra labor de oposición». El político catalán aseguró que hay «mucha gente» en el partido que cree que es necesario transmitir un mensaje que no sea sólo de derecha para dirigirse a un «amplio espectro» electoral. Asimismo, rechazó que actúe por el personalismo, como le reprochó Rajoy, pues dijo que sus aspiraciones políticas personales las tiene ya colmadas tras ser ministro en los gobiernos de José María Aznar, y que su intención es centrarse én la política catalana. Asunto zanjado El «número dos» del PP, Ángel Acebes, dio por concluida la polémica tras conocer la matizada rectificación de Piqué en un intento evidente de cerrar lo antes posible la crisis abierta por las declaraciones. «La doy absoluta y completamente por zanjada», enfatizó desde Palma de Mallorca. En la sede del PP de la calle Génova se respiró ayer con alivio tras la marcha atrás de Piqué, sobre todo porque ningún otro dirigente ha comparecido públicamente para apoyarle tras la rápida e insólita intervención de Rajoy. Por su parte, diversos diri-gentes del PP que suscriben que el partido debe girar al centro se quejaban ayer en privado de que con sus declaraciones a destiempo Piqué ha conseguido el efecto contrario de que pretendía: que Acebes y Zaplana salgan reforzados y que Mariano Rajoy se vea obligado a postergar los cambios que había anunciado para después del verano.