Llega la hora cumbre y todas las quinielas se disparan

Época de elecciones, tiempo de quinielas. Se aproxima el momento cumbre y es hora de las últimas especulaciones, de intentar despejar las incógnitas de la votación más esperada. El sistema es muy simple. Gana quien obtenga la mitad más uno. Hasta que no se dé esta premisa se van pasando rondas y eliminando ciudades. Pekín, por ejemplo, arrasó en la segunda votación y se convirtió en ciudad olímpica. No hubo que esperar hasta la cuarta y definitiva ronda. Todo hace indicar que la rapidez pekinesa brillará por su ausencia en el minúsculo estado asiático y que hasta el último momento se mantendrá la incertidumbre. Según las cuentas de la candidatura madrileña, la primera votación tendrá como protagonistas a un centenar de personas, aunque esta cifra podría ser inferior. A los 116 miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) hay que restarle los 14 nacidos en el país de las candidaturas, incluido el francés Guy Drut, investigado por la justicia gala. Además, el presidente del COI, Jacques Rogge, no ejercerá su derecho al voto. Tampoco votarán el búlgaro Ivan Slavkov, desposeído de todos sus derechos olímpicos por un caso de soborno, y el griego Nikos Filaretos. Por continentes, Europa es la gran dominadora (40), seguida de África (20), Asia (19), América Latina (13), Oceanía (5) y América del Norte (2). En total, 99 electores. Los asambleístas realizarán su elección a través de un mando electrónico en el que las ciudades candidatas tendrán designado un número (del uno al cinco). Los miembros del COI no sabrán el recuento de votos y sólo se les informará de la ciudad eliminada.