Una agresiva campaña de promoción decanta la balanza para Inglaterra

Mucha fe. Un convencimiento ciego en sus posibilidades y una magistral campaña de comunicación dirigida por Mike Lee (ex del Partido Laborista, de la UEFA y la FIFA), han decantado la balanza a favor de Londres. Hace un año, la capital británica no era favorita. Había recibido la tercera puntuación del corte del Comité Olímpico Internacional (COI), por detrás de las favoritas París y Madrid. Estaba descartada. Su proyecto tenía dos enormes lunares: la vetusta red de transporte de la ciudad y la virtualidad de las instalaciones, muchas de ellas sin construir. Pero llegó 'sir' Sebastian Coe, que ha hecho de todo. Le dio un nuevo impulso a la candidatura, que ganó en agresividad, y no se acobardó ante las ventajas de franceses y españoles. Dio fe y seguridad para que la llama olímpica vuelva 64 años después a suelo británico. Coe y su equipo explicaron los pormenores del proyecto londinense, basado en tres grandes núcleos. En primer lugar, el Parque Olímpico, situado en el noreste de Londres (Stratford). Será el núcleo de los Juegos (que se disputarán desde el viernes 27 de julio hasta el domingo 12 de agosto), ya que acogerá el 80% de las modalidades deportivas. Allí estarán ubicados la Villa Olímpica, el Estadio Olímpico, el Centro Acuático, el Velódromo, el Centro de Hockey y cuatro pabellones de futura construcción que acogerán las competiciones de baloncesto, esgrima, balonmano, pentatlón moderno (tiro y esgrima) y voleibol. Además, la candidatura británica se ganó el beneplácito de los ecologistas al incluir un programa de rehabilitación y desarrollo de la Lower Lea Valley, una de las zonas más deprimidas de la capital. Los otros dos centros de Londres combinan la recuperación de las riberas del Támesis y sus lugares más emblemáticos y turísticos. El último gran centro de celebración discurrirá por el Londres más turístico, más reconocible. Hyde Park acogerá el triatlón; Regent¿s Park, el béisbol, el sóftbol y el ciclismo en ruta; Horse Guards Parade será la sede del voley playa; y Lord's, la cuna del 'britaniquísimo' críquet, será el lugar de los arqueros. Además, las pistas de Wimbledon recuperarán su protagonismo a finales de julio para acoger a los tenistas olímpicos. Y, por último, el nuevo Wembley, una obra de ingeniería con un arco de 133 metros de largo y 315 de altura. Debajo, 90.000 personas podrán ver los partidos de fútbol. El fútbol es uno de los seis deportes que emigran de Londres a estadios como Saint James Park (Newcastle), Millenium (Cardiff), Old Trafford (Manchester), Villa Park (Birmingham) y Hampden Park (Glasgow). «Es un día histórico. Ahora tenemos una oportunidad para dejar un legado para el futuro» TONY BLAIR Primer ministro británico