España, en alerta máxima, moviliza a las fuerzas de seguridad y al ejército

La cadena de atentados sufrida ayer por la mañana en el corazón de Londres ha hecho que las alertas de amenaza terrorista se elevaran en todos los países del entorno. Nada más conocer la noticia de las explosiones, las autoridades españolas elevaron la alerta a nivel 3, el grado máximo dentro de la escala que estable el sistema español. Esto supone, según el Plan de Prevención y Protección Antiterrorista, la absoluta movilización de las fuerzas y cuerpos de seguridad para vigilar lugares de alta concentración de personas, como grandes superficies comerciales, acontecimientos deportivos, o edificios emblemáticos de las ciudades. Además, todas las Fuerzas Armadas entran en acción para proteger los transportes, las centrales energéticas y controlar que el agua no sea envenenada por los terroristas. El Ejército también vigilará y protegerá las grandes infraestructuras de transportes aéreos, terrestres, y marítimos. Aunque el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, descartó activar un gabinete de crisis, sí mantuvo reuniones periódicas con el ministro de Exteriores a lo largo de toda la tarde. El Ministerio del Interior de España, José Antonio Alonso, insistió en que, en todo caso, se «carece de indicios que apunten a que pudiera repetirse en Madrid los acontecimientos ocurridos hoy [por ayer] en la capital británica». Durante el día de ayer, la mayor parte de las líneas aéreas mantuvieron las conexiones con la capital británica. Sin embargo, los pasajeros que aterrizaban en alguno de los aeropuertos londinenses se encontraban con que no tenían forma de llegar a Londres. Algunos lo hicieron a la fuerza y sin medio de transporte, ya que una de las terminales de Heathrow fue evacuada por una falsa alarma. Otro de los medios de transporte más atractivos para los terroristas, el Eurostar, tren de alta velocidad entre Londres y París, que pasa bajo el Canal de la Mancha, permaneció abierto ayer en su conexión con París aunque se realizaron controles exhaustivos a cada uno de los pasajeros. La vertiente belga del Eurostar, que conecta Londres con Bruselas, se suspendió en cuanto se conocieron los atentados en la capital británica. Pese a la normalidad que quieren transmitir las aerolíneas en fechas estivales, muchas de las personas que tenían previsto viajar a Londres canjearon los billetes por otros para próximos días a la espera de que se reestablezca la calma.