«Estábamos atrapados esperando morir»
«Vi tres cuerpos en el suelo y tres colgando del bus. Si hay algún superviviente estará muy grave», este es uno de los muchos testimonios estremecedores que podían contar los que lograron salir sanos y salvos de las explosiones y que contradice las cifras oficiales de muertos. Varios testigos vieron volar por el aire el techo de uno de los característicos autobuses londineneses cerca de la plaza Russell. «La escena era horrible: partes del cuerpo tiradas en el suelo», dijo Ayobami Bello, un guarda de seguridad de 42 años que estaba cerca del vehículo cuando estalló. Escenas dantescas Las escenas dantescas de cuerpos destrozados y rostros negros y ensangrentados se repitieron en las estaciones de trenes de Liverpool Street, Edgware Road y King's Croos. A la salida de esta última, el abogado Anngelo Power contó como tras «unos destellos de luz, la gente comenzó a gritar y el vagón se llenó de humo». «La gente rezaba... Estábamos atrapados como sardinas esperando morir». «Realmente pensé que iba a morir», contaba aún conmocionado. A pesar de que oficialmente hay 37 muertos, la sospecha de un alto número de bajas era evidente por la cantidad de sábanas blancas que cubrían cuerpos en los alrededores de las estaciones de metro descri-tas por los testigos. Las escenas de ayer en Londres recordaban las vividas en Madrid el 11-M. Viajeros que abandonaban los túneles del metro desorientados, cubiertos en sangre y con la cara y las manos abrasadas. «El tren iba lleno de gente, se produjo un enorme estallido y todo se volvió negro. Sólo pensé en salir de allí como fuera, luego me di cuenta de que estaba herido en un ojo», contó Simon Corvett, un joven de Oxford que se encontraba en un tren de Edgware Raod. Los servicios de rescate, aunque estaban preparados para este tipo de situación, no pudieron evitar sufrir las repercusiones psicológicas.