Bush pide a su embajador que zanje mañana la crisis con Zapatero

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recibirá mañana en el Palacio de la Moncloa al nuevo embajador de Estados Unidos en España, Eduardo Aguirre, en una entrevista a la que ambos acuden con el objetivo de mejorar las relaciones bilaterales, que el año pasado quedaron muy deterioradas a raíz de la retirada de las tropas de Irak. La reunión será la primera que el jefe del Ejecutivo español mantiene con el representante de la Administración de George Bush en España, ya que las relaciones con su antecesor en el cargo, George Argyros, fueron muy tensas, hasta el punto de que el embajador no acudió en 2004 al desfile del Día de las Fuerzas Armadas, en respuesta a la negativa de Rodríguez Zapatero a levantarse en el mismo acto al paso de la bandera de Estados Unidos, en 2003, cuando todavía era el jefe de la oposición. Las fuentes consultadas señalan que esta entrevista será muy diferente, entre otras cosas porque el Gobierno español trata desde de hace un año de recuperar sus tradicionales buenas relaciones con EE.UU y porque el embajador Aguirre fue designado por el Senado de Washington, a propuesta de Bush, con el encargo de mantener lo que va bien con España y mejorar lo que no. Agenda apretada Aguirre, un cubano nacionalizado estadounidense de abuelo vasco, ha tratado en sus escasos 15 días de estancia en España de preparar adecuadamente el camino para que la reunión de Moncloa inaugure una nueva etapa en las frías relaciones bilaterales. Para ello, además de dialogar con el Rey durante la ceremonia de entrega de credenciales diplomáticas, ha mantenido entrevistas, calificadas por todas las partes como «muy cordiales», tanto con el ministro de Defensa, José Bono, como con el titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. La visita a EE.UU Lo que parece descartado por el momento es que Rodríguez Zapatero y Aguirre intenten poner fecha a una visita oficial del Gobierno español a Estados Unidos y a la celebración de una entrevista con George Bush. Las partes consideran que no hay prisa para que se produzca este contacto directo, obstaculizado por el enfado de Bush con el presidente español, aunque Moratinos declaró hace unos días que ambos mandatarios se verán en esta legislatura, que termina en 2008. El parón en las relaciones bilaterales alcanzó su punto álgido en la primavera y el verano de 2004, con la fulminante retirada de las tropas españolas de Irak y el apoyo de Zapatero al demócrata Kerry.