Los octavos túneles más largos del mundo reducen un 40% el viaje a Asturias

Hora histórica: 11.17 de la mañana. La tuneladora alemana que surcará el túnel oeste de la nueva variante ferroviaria de Pajares arrancaba sus turbinas, aunque sólo de una manera simbólica. En ese momento se iniciaba una de las mayores obras de ingenería civil que se ejecutan en Europa. Los octavos túneles más largos del mundo reducen su recorrido por la Cordillera Cantábrica en 34 kilómetros, un 40% de su longitud actual, y supondrán una disminución sustancial de los tiempos de viaje: viajar dentro de cuatro años a Gijón llevará 1 hora y cinco minutos, y hacerlo a Madrid no supondrá más de 1 hora y 40 minutos. Tan cerca, tan lejos La excavación de los dos túneles de casi 25 kilómetros de longitud es «un paso de gigante» para la integración ferroviaria de los territorios del Noroeste, «tan cercanos y, a la vez, tan lejanos», dijo Zapatero, quien se felicitó por «llegar a tiempo» para combinar el tráfico de viajeros y de mercancías a través de un mismo tendido ferroviario. «Actuaciones de esta envergadura contribuyen a una política de Estado de infraestructuras que vertebra la cohesión territorial, económica y social del país». «El proyecto -matizó- es mérito de todos los gobiernos, pero más aún del esfuerzo de todos los ciudadanos». La suma de las actuaciones previstas en infraestructuras de transporte en el noroeste «transformarán el país en el sentido más amplio del término», ya que -subrayó Zapatero- las inversiones en la red de carreteras y en el ferrocarril «harán brotar, sin duda alguna, nuevas oportunidades de desarrollo y pondrán en valor activos y recursos que esta tierra tiene, cuyas potencialidades hasta ahora han sido desconocidas por sus limitaciones en la comunicación». Si no hay imprevistos, la variante de Pajares, presupuestada en 1.400 millones de euros -el TAV entre León y Asturias absorberá una inversión de 2.313 millones-, estará concluida en el segundo semestre del 2009.