El Gobierno central pide a Maragall un Estatuto «razonable y sensato»
Sevilla y Maragall posan antes de la reunión
El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, pidió ayer al presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall que rebaje las exigencias plasmadas en el borrador del nuevo estatuto de autonomía y matice algunos aspectos que el Gobierno considera inconstitucionales si no quiere que el Congreso de los Diputados tumbe el proyecto y lo devuelva a la cámara catalana. Maragall y Sevilla se reunieron ayer en Barcelona para acercar posiciones, y al termino del encuentro ambos quisieron transmitir un mensaje de optimismo. El Gobierno ha multiplicado en los últimos días sus contactos con responsables de la Generalitat y del PSC para intentar que la reforma del estatuto catalán se ajuste a la Constitución y pueda ser aprobada por el Congreso. Jordi Sevilla viajó a Barcelona con ese encargo y transmitió a Maragall un mensaje muy claro del presidente del Gobierno: «o rebajáis vosotros o lo tendremos que hacer nosotros» . El Ejecutivo quiere, entre otras cuestiones, que se elimine del proyecto el 'blindaje' de las competencias exclusivas de la Generalitat -porque impedirían a las Cortes legislar sobre materias básicas-, que se supriman las alusiones a la indiscriminada utilización artículo 150.2 de la Constitución para transferir competencias exclusivas del Estado, que se revisen las más de 30 cuestiones que desbordan la Carta Magna, según el análisis del Instituto de Estudios Autonómicos de Cataluña, y se sustituya en el texto la propuesta detallada de financiación por una declaración de principios. Buen entendimiento Maragall y Sevilla, que tras su almuerzo comparecieron ante los medios de comunicación en el Palau de la Generalitat, no precisaron si habían alcanzado un acuerdo, pero quisieron transmitir una imagen de concordia. El ministro de Administraciones Públicas calificó la reunión de «encuentro de dos amigos y dos compañeros de partido», y expresó su «convencimiento» de que «saldrá un nuevo Estatuto que será bueno para Cataluña y bueno para España, y será un instrumento que mejorará la capacidad de autogobierno y mejorará en lo posible la gestión de la Generalitat». El ministro tampoco quiso valorar las diferencias que existen entre los Ejecutivos central y catalán.