Las propias fábricas estiman los costes de producción en más de 30 euros

Un informe interno de la sociedad Ebro-Puleva, que se utiliza habitualmente con los sindicatos agrarios para negociar los precios de cada campaña remolachera y al que ha tenido acceso este periódico, cifra en 30 euros el coste de producción de la tonelada de remolacha en España, cinco por encima de lo que oferta pagar la UE. Aún teniendo en cuenta que las fábricas hacen sus propias estimaciones a la baja para negociar luego con los agricultores, las cifras que se manejan son significativas. Para una hectarea de terreno con una producción media de 80 toneladas los costes serían los siguientes: laboreo del suelo 105 euros, fertilización y semillas 536 euros, tratamiento del cultivo 403 más, riego 482, cosecha y transporte 379 y «varios» otros 60. En total 1.965 euros por hectárea, a los que habría que añadir 385 en concepto de renta de la tierra, arrojando una suma final de 2.350 euros por hectárea de rentabilidad media y 30 por tonelada de remolacha. Los nuevos precios marcados desde la UE dejan a los agricultores leoneses ante el reto de no sembrar o rebajar drásticamente sus costes en cinco euros por tonelada a medio plazo, lo que sólo que conseguiría ahorrando en el agua de los riegos, algo imposible a menos que cambie el clima, agrupando explotaciones en latifundios sin apenas mano de obra, lo que supondría desertizar los pueblos, o conformándose con eliminar de sus ingresos la llamada renta de la tierra (el mínimo que daría su valor depositado en una cuenta bancaria). Partiendo de estas cifras tanto los sindicatos agrarios como la patronal del azúcar se muestran pesimistas sobre el futuro del sector, con precios mínimos protegidos que parecen hechos a la medida para Francia o Alemania, o por extensión para nuevos socios del Este.