La autopsia revela que el agricultor detenido en Almería murió a golpes

La autopsia realizada al cadáver de J.M.G., que falleció en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar (Almería) el pasado 24 de julio, concluye que «la causa inmediata de la muerte es una insuficiencia respiratoria o cardiorrespiratoria aguda-síndrome asfíctico general-», al mismo tiempo que precisa que «existe una relación de causalidad entre el fallecimiento y la situación de detención del sujeto». En el informe de la autopsia facilitada por el abogado de la defensa, José Ramón Cantalejo, a Europa Press se recoge que «no se descarta que una inmovilización del sujeto, con las manos y pies fuertemente asidos y traccionados, presionando la espalda contra el suelo y apoyándose encima puedan ser el precipitante final por restricción de movimientos en la caja torácica y anoxia consecuente del cuadro asfíctico observado». No obstante, se precisa que «deben de considerarse otras concausas que en mayor o menor medida pueden haber estado presentes, sumándose entre sí o incluso se origen 'perse' del fallecimiento». Así, a la espera de nuevos datos analíticos solicitados, las conclusiones destacan que «existe una relación de causalidad entre el fallecimiento y la situación de detención del sujeto», además de que «la causa inmediata de la muerte es la insuficiencia respiratoria o cardiorrespiratoria aguda». Además, señalan que «la causa o las concausas fundamentales de la muerte se encuentran en estudio» y que la muerte data «aproximadamente a las 17.44 horas del día 24 de julio del 2005». Causas de la muerte Dentro del apartado de causa y concausas de la muerte el estudio destaca que «existe inicialmente una relación directa concasual entre la situación de detención y el fallecimiento, pudiendo concatenarse y sumarse varias causas en mayor o menor medida y que están aún sometidas a estudio». Dentro del cuadro lesional que presenta el cuerpo del fallecido, se detalla que sobre la cabeza «aparecen numerosos infiltrados hemorrágicos que indican golpes de cierta intensidad» y que en la región fronto-facial «son evidentes también numerosos golpes, apareciendo hematomas externos bien visibles sobre la frente, el pómulo y el ojo derecho». Añade que «la boca también ha sido golpeada mediante uno o varios traumatismos directos» al igual que en la nariz «aparece un hematoma» que indica «un traumatismo directo intenso probablemente producido al golpearse boca abajo contra el suelo». Determina que «inicialmente puede deducirse que el fallecido fue sujetado en algún momento por el cuello, ejerciendo presión sobre el mismo pero sin llegar a asfixiarle».