Diario de León

La defensa de los agentes desmiente la agresión y habla de un «cúmulo de circunstancias»

El teniente imputado por la muerte del agricultor ya fue denunciado en febrero

La autopsia descarta el infarto como causa del suceso, como defiende la Guardia Civil

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Elena Torrescolpisa | almería
León

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El teniente de la Guardia Civil suspendido cautelarmente durante tres meses por su presunta implicación en la muerte en comisaría de Juan Martínez Galdeano, el pasado 24 de julio, fue denunciado en febrero por presuntos malos tratos. El abogado de la víctima confirmo que un padre le denunció por propinar una paliza a su hijo mientras estaba detenido. El letrado se ha preguntado «por qué no se tramitó esta denuncia». «Fue presentada el 25 de febrero en el juzgado número dos de El Ejido (Almería)», aseguro el letrado. La Guardia Civil asegura que el acusado presentó un «permiso de urgencia» en el que supuestamente demostraba que no se encontraba en la zona de la agresión en la fecha en la que se produjo. El agente comparecerá el viernes ante Juzgado de Instrucción número 1 de Roquetas de Mar (Almería). Primeras declaraciones Estas revelaciones aparecen el mismo día en que tres de los nueves guardias civiles imputados en la muerte de Martínez Galdeano declararon ante el magistrado del Juzgado de Instrucción número 1 de Roquetas de Mar. Los hechos tuvieron lugar el pasado 24 de julio, en el cuartel de la Guardia Civil en la localidad almeriense de Roquetas de Mar. Según la versión de la familia del fallecido, Juan Martínez Galdeano acudió a la comisaría a presentar una denuncia tras sufrir un accidente de tráfico y cuando el abogado pudo verle le encontró en un estado «terrible». La Guardia Civil, por su parte, explicó que cuando Galdeano explicó en la comisaría su accidente, los agentes intentaron someterlo a una prueba de alcoholemia. El individuo se negó y reaccionó con violencia, por lo que fue arrestado. Entonces se alteró más y sufrió una crisis nerviosa que lo llevó a agredir a los agentes, que debieron reducirlo. Tres de ellos tuvieron que ser atendidos en un centro hospitalario por mordeduras, fracturas en los dedos de las manos y erosiones. Según el mismo relato, cuando el detenido iba a ser introducido en el vehículo oficial que debía trasladarlo al arresto municipal de Roquetas de Mar, volvió a alterarse «siendo preso, al parecer, de un infarto de miocardio». Autopsia La autopsia realizada por el Instituto de Medicina Legal de Granada al cadáver de Martínez Galdeano confirmó que el hombre murió con los manos y los pies inmovilizados y no de un paro cardiaco, como había justificado la Guardia Civil. «No se descarta», reza el informe, «que una inmovilización del sujeto, con las manos y los pies fuertemente cogidos y traccionados, presionando la espalda contra el suelo o apoyándose encima de él, puedan ser el precipitante final, por una restricción de movimientos en la caja torácica». La hora de la fuerte fue estimada en torno a las 17:44 horas del día 24 de julio. En el cuadro de lesiones del fallecido aparecen numerosos golpes en la cabeza, el rostro, el cuello y el tórax. Incluso se ha precisado la existencia de hematomas y equimosis en el tórax, que reproducen la forma de una porra. El teniente de la Guardia Civil suspendido dos días después de los hechos, J.M.R., reconoció en su declaración que utilizó una arma antirreglamentaria en la reducción del hombre, en concreto una porra eléctrica. «Aunque las armas que usaron los imputados no son reglamentarias no están prohibidas ni son letales o agresivas. Son de carácter disuasorio» GUSTAVO ARDUÁN Abogado de los guardias civiles

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