Dos mil personas despiden a los dos jóvenes fallecidos en una playa de Portugal

Más de dos mil personas, entre vecinos, amigos y familiares, dieron esta tarde el último adiós a Carlos Barrajón y Lourdes Espinosa, la pareja fallecida en la playa de Almagreira de Portugal el pasado jueves, en el funeral conjunto que se celebró en la iglesia de San Pedro de Daimiel. El funeral fue concelebrado por tres sacerdotes, entre ellos el párroco de San Pedro, Eulalio Asensio, quien destacó «el amor, la voluntad y la generosidad» de los jóvenes, vecinos y naturales de la localidad. Además de los familiares y amigos de los chicos, que abarrotaron la iglesia, cientos de personas tuvieron que permanecer fuera del templo, donde se vivieron escenas emotivas y llenas de dolor. Los féretros, que llegaron minutos antes de las seis de la tarde a la puerta principal de la iglesia, salieron de la misma una hora y cuarto después en dirección al cementerio municipal donde van a ser enterrados juntos por deseo expreso de los familiares, según indicaron fuentes municipales. Lourdes, que trabajaba en el Centro de Día de Mayores, y Carlos, miembro de un retén forestal de Las Tablas de Daimiel, murieron el jueves por el desplome de un acantilado en la playa portuguesa y sus cuerpos fueron repatriados el sábado por la tarde. Varias rocas los aplastaron en la noche del jueves en la playa de Almagreira y su identificación no fue fácil por parte de las autoridades portuguesas. Dos tarjetas postales dirigidas a unos amigos de Daimiel y el coche en el que se desplazaban fueron las pistas que facilitaron la identificación.