AVELINA GONZÁLEZ
Garbanzos para entretener
«Cuando podíamos, por la noche cocíamos garbanzos, y luego estábamos todo el día ronzando, para entretener el hambre», explica Avelina. Si ho había comida, «fíjate lo que era la ropa. Lavábamos el sábado para ir limpios a misa el domingo, y luego ya llevábamos la ropa toda la semana a trabajar».