La figura del ama de casa tiene los días contados

La progresiva incorporación de la mujer al ámbito laboral es caldo de cultivo para la desaparición, en un futuro no muy lejano, de la figura del ama de casa tal y como hoy la entendemos. A la hora de estructurar el trabajo en el núcleo familiar marido y mujer se reparten la responsabilidad de contribuir a las arcas familiares. «La figura del ama de casa tal y como la conocemos hoy cumple un rol que está destinado a desaparecer -asegura el psicólogo Miguel Ángel Castañón-; multitud de estudios demuestran que los niños que se educan en un ambiente en el que ambos padres trabajan, sin que la ejerza de ama de casa se socializan mejor, ya que adoptan los modelos y roles de los padres trabajadores». Para Castañón las personas que hoy en día se plantean la posibilidad de aceptar el rol de ama de casa tendrían que decidir primero cómo educar a sus hijos. «Eso es lo más importante, para mí la mejor educación y caldo de cultivo para su socialización sería con sus iguales» Una importante labor «Valoro mucho la función que cumple el ama de casa -añade Matilde Gordón, psicóloga- hay que tener en cuenta que ejerce de pediatra, educadora, administra el hogar, labores domésticas... No tiene por qué considerárselas menos, una mujer es muy libre para decidir si quiere trabajar en casa o fuera, y esa decisión requiere valor». Matilde asegura también que aquellos hijos, hoy adultos, cuyas madres ejercieron en casa reciben ahora la «adoración» de su progenie. En cuanto a la aplicación actual del concepto de ama de casa y su elección por parte de algún miembro de la familia, Gordón hace hincapié en la necesidad de distribuir la tareas en el hogar. «Una pareja tiene derecho a decidir la división de tareas y a coordinar el hogar como crean oportuno». Del mismo modo matiza que el hecho de decantarse por ser ama de casa es una opción más y no la solución para paliar las trabas educativas de los hijos en la vorágine laboral del mundo moderno. «Creo que es una opción más como cualquier otra. No será mejor ni peor, todo depende de cómo se lleve a cabo; es una alternativa, una posibilidad tan valida como otra cualquiera. No lo veo como la solución ejemplar sino como un complemento».