Los abuelos ejercen de alternativa para los que no pueden o no quieren afrontar los distintos gastos de asistencia
El trabajo obliga a más de mil familias de León a «colocar» a sus hijos en verano
Las guarderías, durante el estío, solamente registran un descenso de actividad del 28%
Más de 1.500 niños, comprendidos entre edades que van desde los cuatro meses a lo 11 años, buscan acomodo fuera del hogar durante los meses estivales. El horario de trabajo de sus progenitores y la cada vez mayor incorporación de la mujer al mundo laboral propicia que, una vez finiquitado el año académico, los cabezas de familia se vean obligados a buscar centros, cuidadoras o actividades que ocupen a sus hijos mientras ellos procuran el pan de cada día. Tras consultar en todas las guarderías del término urbano de León y alguna de las zonas colindantes los datos arrojan cifras claras. Durante el curso académico cerca de 2.000 niños pululan por los centros de infancia y una vez llegado el verano la cifra, lejos de reducirse significativamente, sufre tan solo un ligero descenso del 28%. Al final más de mil familias se ven en la necesidad de «colocar» a sus hijos durante el verano. ¿Guardería o cuidadora? A la hora elegir el mejor lugar donde dejar sus hijos las familias leonesas se plantean la misma pregunta. Que si a una guardería, que si cuidadora en casa. Ambas opciones tienen sus pros y sus contras: En las guarderías conviven con otros niños y se desarrollan y socializan en un ambiente lúdico pero productivo, aprenden a compartir y entablan amistad con chavales de edades cercanas. Los psicólogos, por lo general, se muestran a favor de esta opción, sin embargo también existe la alternativa de la cuidadora. «A nosotros nos solicitan un servicio determinado y en función de eso elaboramos un presupuesto -asegura Jorge Manzano, coordinador de Edades Servicios Sociales-, este puede variar en función del perfil del cuidador solicitado, de la duración de la jornada, de la continuidad del servicio, del número de niños a cuidar y de si se requieren tareas domésticas además de atender a los niños». El precio, a expensas de las variables, ronda los 400 euros mensuales por el cuidado de un niño -de lunes a viernes en horario de 9.00 a 14.00 horas-. «El perfil del cuidador lo marcan los padres -afirma Manzano-, cada vez importa menos el sexo, la nacionalidad, la edad... lo que demandan es que sea responsable y formal, con capacidades y referencias. Lo que quieren es que cuiden bien a sus hijos, aunque lo más demandado son mujeres». Lo que si llama la atención es el hecho de que, pese a los estereotipos que marcan el trabajo de las «canguros» -cuidados de una sola tarde o de fin de semana-, cada vez se generaliza más la atención continuada y no la esporádica, planificando mensualmente los días de servicio o simplemente acudiendo a prestarlo a diario. Sobre todo en verano. Reparto del tiempo La mayoría de familias prefiere acogerse a la opción de la guardería, nada menos que el 59%. El dato engarza perfectamente en lo estimado por los psicólogos de los centros de infancia, que aseguran que el 100% de los niños que acuden en verano, lo hacen por el horario laboral de los padres. El nuevo sistema de vida, influye también a los más pequeños. «Los padres que dejan a los niños en guarderías aceptan su responsabilidad, los que los envían con sus abuelos la ceden» MATILDE GORDÓN, psicóloga