Los peregrinos denuncian el declive del patrimonio jacobeo en el tramo leonés Perlas sobre el Camino

Carreteras mal trazadas, nuevos proyectos urbanísticos, intereses económicos de los hosteleros que contrastan con el desinterés de las administraciones y un abundante número de factores están contribuyendo a desvirtuar el Camino de Santiago a su paso por León. Las asociaciones que velan por la conservación de esta ruta de civilización, tras contestar a una encuesta promovida por la federación nacional, han hecho público un amplio listado de puntos negros que amenazan este itinerario, no sólo desde el punto de vista histórico y cultural, sino también desde el social, el medioambiental y el de infraestructuras y servicios. Pero esta lista se queda corta tras realizar un somero recorrido por el camino entre Sahagún y Villafranca del Bierzo. Quizá una de las actuaciones más agresivas acometidas sobre el trazado leonés sea la moderna pista agrícola construida con maquinaria pesada entre Calzada del Coto y Mansilla de las Mulas, bajo la que ahora se oculta parte de la calzada romana. En esta variante la señalización es «muy deficiente», señala el informe. Así lo confirman los peregrinos. Son las once de la mañana y la sombra de una marquesina en el cruce de Calzada (N-120) sirve a un grupo de caminantes como cobijo. Mapa en mano comentan que «parece imposible» que para seguir el camino tengan que atravesar este peligroso cruce, en el que además las flechas amarillas que lo señalizan giran sobre sí mismas, como ocurre en La Virgen del Camino. En Sahagún, donde su acceso es también más que confuso, se encuentra la oficina del programa Estrellas del Camino, financiado por la Junta. Es un servicio de ayuda al peregrino. Varios coches recorren permanentemente cada una de las cuatro rutas en las que se divide la provincia. Allí llegan todas las quejas de los caminantes. «Hablan de falta de limpieza, de la mala señalización en algunos puntos, pero sobre todo de los albergues», explica una de las responsables de esta oficina. Alojamientos y picaresca Lo de los alojamientos es una queja muy común. El incumplimiento de los horarios que promocionan es el menor de los pecados. «Algunos se hacen pasar por públicos, cuando son privados, ofreciendo servicios que después no tienen», indica. La picaresca sigue siendo una de las mayores amenazas del Camino de Santiago. Este periódico ha podido comprobar en varios puntos de la provincia lo que ya es un secreto a voces: la modificación del itinerario con señales falsas para que los peregrinos caminen frente a bares o establecimientos comerciales. Continuando el recorrido, el tramo que se encuentra entre Reliegos y Mansilla está subrayado por el abandono. Denuncian las asociaciones que los bancos y mesas de cemento blanco que se construyeron como áreas de descanso están destrozados desde el verano del 2004. En la localidad mansillesa, además, la iluminación de la puerta de Santiago en la murrala -se trata de uno de los referentes jacobeos-está estropeada desde hace cuatro años. Ya casi al llegar a la capital leonesa, en Valdelafuente, el camino se pierde entre el monte para acabar en la nacional 601. La señalización recomienda atravesar la carretera precisamente en uno de los puntos más peligrosos de los accesos a León. Este lugar no figura entre las denuncias de los caminantes, sin embargo durante años la entrada a León por el Portillo ha sido un motivo de queja constante. «Se hace un punto muy conflictivo y peligroso para los peregrinos», denuncia la Asociación Pulchra Leonina. Ni que decir tiene que el paso por la capital es más que confuso, como ocurre en todas las ciudades. No en vano, a Ponferrada, por poner un ejemplo, se puede acceder desde tres puntos diferentes, como recuerda Miguel Ángel Pérez, sacerdote responsable del albergue de la capital berciana. Variantes olvidadas El diseño de nuevas carreteras, como la autopista de Astorga, ha solapado aún más la variante del que discurre entre La Virgen del Camino y Villar de Mazarife. La señalización es también «muy deficiente», como ocurre con la variante de Santibáñez de Valdeiglesias, unos kilómetros más allá. Poco antes, el peregrino debe continuar por la nacional 120 que lleva hasta Astorga. Las aceras de las travesías «son un descanso para la mente» -comenta un caminante aragonés-, pero el resto de la ruta debe alternarse entre caminos de piedras y arcenes. Al llegar a San Román de la Vega se da otro ejemplo de una nueva obra pública que no ha respetado el trazado original del camino. El cruce que accede al CTR es el que se ha señalizado para que los peregrinos atraviesen la N-120. Antes, en la bajada que lleva hasta la gasolinera de Estébanez de la Calzada, la situación es similar, aunque en este caso se añade la escasa visibilidad que hay en la curva por donde se aconseja atravesar. La asociación astorgana, que no está federada, lleva mucho tiempo insistiendo en la inseguridad de los peregrinos cuando caminan junto a la N-120. Además, denuncia la confusa señalización que hay para acceder a Astorga. En la capital maragata se reproduce el mismo desorden que en cualquier otra. El camino se bifurca, se vuelve a unir... Nada serio hasta llegar poco antes de Murias de Rechivaldo, donde se encuentra un puente por donde circulan los coches en doble sentido, aunque en realidad sólo hay sitio para uno. Los peregrinos, en este punto exacto, no tienen ni diez centímetros de arcén para pasar. Esta situación es prácticamente la misma cuando se atraviesan los Montes de León que llevan hasta el Bierzo. Los cicilistas son los que más peligro corren en este área, puesto que la pendiente en el descenso es muy pronunciada y la carretera es angosta y sinuosa, con una visibilidad muy limitada. La asociación de Amigos del Camino de Santiago de Madrid pone de relieve que, en esta zona, existe el proyecto de instalar un parque de aerogeneradores eléctricos, una construcción que afectaría, según su criterio, el entorno de la Cruz de Ferro. La señalización a partir de este territorio es correcta, aunque el suspenso llega, también en esta ocasión, en la seguridad vial. A pesar de que se han habilitado junto a la N-VI varios kilómetros de carril de hormigón para separar el camino de la carretera, entre Villafranca del Bierzo y La Portela, resulta preocupante el paso de los caminantes por esta carretera, especialmente en los túneles que no tienen arcenes, como el de Villafranca. «Las administraciones olvidan que lo que tienen delante de su casa es Patrimonio de la Humanidad y permiten todos los desmanes», sentencia Juan Carlos Pérez, presidente de la asociación astorgana. Por su parte, Miguel Ángel Pérez, de la entidad berciana, destaca el «esfuerzo» que se está haciendo en los últimos por desviar el camino de la carretera en el tramo entre Ponferrada y Rabanal del Camino, proyecto que, según él, debería tomarse como ejemplo. Se titula Camino de Santiago. Calle mayor de Europa . Tampoco hubiera pasado nada si lo hubieran llamado Camino de Santiago, una nueva pifia editorial de la Junta . La Sociedad de Promoción de Turismo de Castilla y León (Sotur) ha editado una guía promocional de la Ruta Jacobea plagada de errores, en ocasiones bochornosos. La edición se pone al nivel de aquella otra que también publicó la Junta y en la que se destacaba de León su cecina de cerdo -que se sepa sólo hay de chivo y de vaca- y a esos hombres encapuchados que salen a la calle en Semana Santa y a los que se les llama papones, cuando pretendían referirse a los cofrades. Camino de Santiago. Calle mayor de Europa utiliza una publicación de 1950 para describir Villares. Se ha transcrito casi literalmente el texto y, de esta forma, declara que en la actualidad el conde de Luna tiene derechos de representación y que aún se cultiva tabaco. Astorga no es romana También se dice que el origen de Astorga tiene que ver con el Camino de Santiago, cuando todo el mundo sabe que ya existió en la época romana como Astúrica Augusta. Otro de los datos más sangrantes que se proporcionan en esta guía es la ubicación de la Cruz de Ferro en el Bierzo. No debían saber en Sotur que todavía unos kilómetros más allá se encuentra la población de Manjarín, perteneciente al ayuntamiento de Santa Colomba. «Puede tener ecos de leyenda recreada para satisfacer a los turistas». Así se refiere la guía a las justas medievales de Hospital de Órbigo, cuya existencia se duda con expresiones como «...parece cierto...». Sin embargo no han mostrado reparos en dar por hecho que Felipe II pernoctó en Rabanal del Camino, cuando no hay ninguna documentación que lo avale. «Las instituciones olvidan que lo que tienen delante de su casa es Patrimonio de la Humanidad» JUAN CARLOS PÉREZ, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Astorga