«Bastan los signos razonables de abandono para que nosotros podamos actuar sin problemas»
La ambigüedad de la anterior normativa era hasta hace poco un problema para retirar las calles un vehículo en estabo de semiabandono, abandono definitivo o multar a su propietario. Ahora, por el contrario, se establece que podrá ser decomisado cualquier coche al que le falte un elemento «imprescindible para circular», según el jefe de la policía municipal, Martín Muñoz, lo que cual incluye matrículas, pinchazos, falta de neumáticos, rotura de cristales y, en general cualquier signo manifiesto de inutilidad. Las sanciones a las que deberán hacer frente sus propietarios oscilan entre 600 y 30.000 euros, dependiendo de las deficiencias que presente cada vehículo y los costes para su reciclaje en un taller o centro medioambiental (entre 50.000 y cinco millones de las desaparecidas pesetas). Hasta hace poco los vehículos se retiraban simplemente de las calles y el Ayuntamiento los ponía a la venta como chatarra, pero a partir de ahora sus dueños tendrán que hacer frente a los costes de su achatarramiento, al menos a través de las primeras multas. No es siempre fácil para la policía municipal, sin embargo, localizar a sus antiguos propietarios. En aproximadamente un 60% de los casos el nombre y domicilio de los particulares aparece o se puede deducir de las matrículas y números de fabricación del vehículo, pero en otros sus dueños han desaparecido simplemente del municipio, desplazándose a otros lugares, con lo cual no hay a quién reclamar. «Aunque a veces sí», se lamenta Muñoz, «cuando los coches son propiedad de empresas muy conocidas, incluso multinacionales, con delegación provincial en León, aunque no hay por qué dar nombres y que cada uno imagine las que quiera: se ven también en cualquier desguace o chatarrería, incluidas las ilegales, aunque a partir de ahora eso vaya a cambiar».