Diario de León

| Crónica | Nuevos refuerzos

El relevo de los caídos

Los 24 militares que sustituyen a los fallecidos llegaron ayer a Camp Arena, donde la vida comienza a abrirse paso, aunque muchos tengan que pedir ayuda al psicólogo

Publicidad electoral en las paredes de una pasarela subterránea en Kabul

Publicidad electoral en las paredes de una pasarela subterránea en Kabul

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

«Los talibanes vamos a intentar parar las elecciones, pero no atacaremos los colegios electorales el día de los comicios» LATIFULÁ HAKIMI, supuesto portavoz de los talibanes A media tarde afgana, bajo un sol de justicia, un Hércules del Ejército del Aire aterrizó ayer en Herat con 65 militares españoles a bordo. Entre ellos viajaban los 24 soldados que sustituirán a los muertos en la tragedia del Cougar y a los heridos del segundo aparato que no pudieron volver a Afganistán. También el general Vicente Díaz de Villegas, jefe de la Brilat, que venía a compartir unos días con sus hombres en unos momentos tan duros para ellos. Fue un viaje un tanto accidentado. Estaba previsto que llegaran por la mañana. Salieron del aeropuerto de Manás, en Kirguizistán, a la hora indicada, las 7 de la mañana, pero hora y media después estaban de vuelta en Manás porque Uzbekistán les había denegado el permiso para sobrevolar su espacio aéreo. Al final tomaron tierra pasadas las cuatro y media de la tarde. En el hangar del aeropuerto los esperaba una buena representación del contingente: los que partían para casa después de varios meses de misión y los que daban la bienvenida a los nuevos. En los abrazos que siguieron, los apretones y los saludos, quedó claro que aquel no era un recibimiento cualquiera y que, tras sólo una semana, las emociones por la tragedia siguen a flor de piel en el contingente. El capitán Amancio Estévez está entre los sustitutos de los militares caídos. Piloto de Cougar, debía haberse incorporado a la misión a finales de septiembre o en octubre, pero todo se precipitó tras la tragedia. «Fue un jarro de agua fría. Conocía a los miembros de la tripulación muertos en el primer helicóptero. Eran compañeros. Todos nos presentamos voluntarios para venir antes», dice. Para Estévez, el adelantamiento de la misión tuvo el efecto positivo de reducir el tiempo de espera y aclimatación. El comandante Hernández Antuña también es piloto de Cougar. Durante seis años pilotó helicópteros Superpuma en La Coruña para la unidad de salvamento marítimo que entonces tenía el Ejército. «Fue una pena que lo cerraran. Era una labor muy bonita». Uno de sus últimos salvamentos fue la evacuación de 15 personas del buque chipriota Anja . Ahora, aquí, comandará la unidad de evacuación sanitárea. «Venimos con la moral muy alta. Lo que ha pasado está claro que nos afecta. Pero estamos acostumbrados a este tipo de tragedias. Puede pasarte lo mismo en España», comenta. El doble drama Mientras el relevo se llevaba a cabo, en la base todos intentan seguir con su labor, aunque la tristeza les asalta por momentos. Se les nota sobre todo a quienes compartieron buenos momentos con la sargento Susana Pérez, viuda del sargento Joga. El doble drama de la militar ha conmovido a quienes la tuvieron cerca. En la intimidad de una charla privada, venciendo el miedo de quien teme perder la compostura, algunos confiesan: «La veo en los funerales por la tele, allí, plantada junto al féretro de su marido, y se me parte el alma». Los hay que se refugian en su trabajo. Los hay que vencen la timidez y acuden al psicólogo de la base, que de tener dos pacientes por semana antes de la tragedia, ha pasado a tener dos por día. «Recibimos muchos casos de ansiedad, de gente próxima a las víctimas y de las propias víctimas, claro. He quedado sorprendido por el coraje y la entereza de los supervivientes. Aunque eso no quiere decir que no sufran. El shock ha sido tremendo. A algunos les cuesta conciliar el sueño porque no paran de revivir el suceso, otros tratan de evitarlo. La mayoría desarrollan un sentido de culpabilidad porque vieron a sus compañeros del otro helicóptero y no pudieron hacer nada por ellos. Dicen '¿por qué estoy yo vivo y mis compañeros no?'. De todas formas yo creo que son fuertes y que van a salir adelante. De hecho muchos han pedido volver», dice. «Lo malo es para las familias, porque lo de la tragedia está muy reciente. Se lo toman mal, sobre todo si no se aclaran las causas. Esperemos que haya sido un accidente» AMANCIO ESTÉVEZ Piloto de Cougar recién llegado «La mayoría desarrollan un sentido de culpabilidad porque vieron a sus compañeros del otro helicóptero y no pudieron hacer nada por ellos. Yo creo que son fuertes y que van a salir adelante. De hecho muchos han pedido volver» El psicólogo de la base

tracking