Los empresarios catalanes piden a las fuerzas políticas que pacten el Estatut
Los empresarios catalanes desean que las fuerzas políticas catalanas pongan fin, de una vez por todas, al proceso de reforma del Estatuto. Las patronales Fomento del Trabajo y Pimec elaboraron una declaración conjunta en la que solicitaron a los partidos que se impliquen en la búsqueda de un acuerdo que permita pasar página y entrar en una etapa de mayor estabilidad institucional. A pesar de que el escrito es fruto de los contactos mantenidos por el propio presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, con este sector, sus firmantes aseguran que no está en su ánimo dar o quitar la razón a nadie sino transmitir a los dirigentes políticos que urge acelerar el proceso. En el texto, los representantes empresariales ponen así todo el énfasis en su convicción de que un acuerdo sobre el Estatuto es bueno para Cataluña y para España. Según el diario La Vanguardia -que hizo ayer público su contenido- los empresarios llaman además la atención sobre la necesidad de preservar el marco constitucional y reclaman responsabilidad política en la medida en la que, recuerdan, el nuevo texto estatutario debe servir para marcar las reglas de convivencia de, al menos, otros 25 años. Fin al bloqueo El objetivo de este comunicado no es, pues, dar por bueno el proyecto tal y como está formulado. No en vano, los empresarios critican su extenso articulado y discrepan con el deseo de regular cuestiones como el etiquetaje en catalán. Lo que pretende el mundo empresarial, según su declaración, es que el debate abierto toque a su fin para acabar con la situación de bloqueo a la que ha sido abocado el gobierno autonómico. Precisamente esta idea fue recogida ayer por el presidente del PP catalán, Josep Piqué, quien advirtió al tripartido de que «la gente está harta». «Lo que hace falta es que el Gobierno comience a gobernar», dijo en Catalunya Radio. El consejero de Relaciones Institucionales de la Generalitat, Joan Saura, también admitió que la ciudadanía empieza a estar ya cansada de la negociación del Estatuto y avisó a sus socios de Gobierno de que hay que asumir que el Congreso de los Diputados puede modificar el texto que salga del Parlamento.